El CEO de Aztec y coinventor del protocolo PLONK ZK-SNARK, una capa de privacidad programable para Ethereum, ha articulado brillantemente el futuro de la privacidad de las criptomonedas. Su investigación y los métodos criptográficos de código abierto que ha creado han sido la base de varios otros proyectos relacionados con la criptografía.
A pesar de las nefastas circunstancias que existen ahora mismo, hay motivos para ser optimistas respecto al futuro de la web3. Zac Williamson especuló sobre los posibles cambios que podrían producirse muy pronto en las redes privadas: Privadas por defecto, totalmente descentralizadas, de conformidad del lado del usuario; los usuarios pueden probar selectivamente partes de su identidad, y abiertas/programables.
Sostiene que la llegada de la privacidad programable abriría nuevos y enormes mercados para la criptomoneda. La eliminación de los intermediarios de custodia en la emisión y el comercio de activos en la cadena depende de la capacidad de los usuarios para conectar las identidades cifradas a las cuentas de criptomonedas.
En particular, la privacidad de los usuarios puede seguir siendo respetada por las redes futuras, pero estas redes no estarán estructuradas con los mismos estándares que las que se utilizan actualmente.
Preocupación por el futuro de la criptomoneda
En un sistema descentralizado, ni una autoridad central ni un tercero pueden decidir si una aplicación cumple o no las normas. Sin embargo, la necesidad de derechos únicos hace que las redes descentralizadas no puedan cumplir sus funciones a nivel teórico y práctico.
A la luz de la reciente prohibición de Tornado Cash, Zac Williamson tiene algunas reflexiones sobre el futuro de las redes privadas y las ha publicado en Twitter.
Si se permite que la restricción de Tornado Cash siga en vigor, no se construirán redes adecuadas porque los usuarios que no intenten jugar con el sistema se alejarán de ellas por temor a quedar atrapados en el fuego cruzado.
¿Existe una ventaja para la regulación en la Web 3?
En la era de la web3 hay que promulgar leyes. El problema no existe a nivel de la red. Para ser más exactos, tiene lugar a nivel de la aplicación, que puede entenderse como el ámbito de las empresas y organizaciones que utilizan la web3 para prestar sus servicios a los clientes. Consideremos el caso de las rampas de entrada y salida de criptomonedas y los monederos alojados.
En lugar de una prohibición general, Estados Unidos habría tenido más éxito exigiendo a las rampas de entrada y salida que utilizaran la herramienta de cumplimiento Tornado Cash.
Lamentablemente, los objetivos estratégicos de Estados Unidos no se ajustarán a la estrategia actual. Los hackers de Corea del Norte seguirán utilizando Tornado Cash (o un clon). Las organizaciones dudosas servirán como puertas de salida para los malos actores.
Combatir una tecnología puede ser casi imposible
El problema es que los gobiernos no están luchando contra personas o grupos específicos. Compiten con una tecnología moderna. Intentar prohibir las operaciones matemáticas sería similar a intentar prohibir los esquemas criptográficos.
Sin embargo, con la ayuda de los actores naturalmente confiables de la web3 y un marco normativo renovado que tenga en cuenta la nueva realidad, el gobierno tiene la posibilidad de recuperar una parte importante de su poder.
En opinión de Zac Williamson
«El dinero es la agencia humana mercantilizada. No somos verdaderamente libres si no podemos controlar nuestras finanzas. No podemos controlar nuestras finanzas si no tenemos privacidad financiera». Este es el comienzo de una larga y dura batalla de desgaste. Confío en que los reguladores avanzarán poco a poco hacia un futuro en el que se proteja y celebre la privacidad del usuario tras agotar todas las alternativas posibles.»
