XRP traza una bandera alcista, pero la resistencia en $3,65 y el MACD en rojo obligan a esperar. Un cierre por encima de $3,65 dispararía compras algorítmicas, mientras un triángulo descendente amenaza $2,75-$2,80. La SEC resuelve, los ETFs llegan y entran $25 millones diarios, con expectativas de $4,3-$8,4 mil millones en octubre de 2025.
XRP mantiene una bandera alcista, pero la resistencia en $3,65 y un MACD en rojo invitan a cautela. Un cierre por encima de $3,65 activaría compras algorítmicas, mientras la caída dibuja una trampa para toros que aún no invalida la figura.
La figura apunta a $4,40-$5,50 y hasta $6,00 en 2025, aunque un triángulo descendente sugiere riesgo hacia $2,75-$2,80. El equilibrio entre estos escenarios define el sesgo inmediato.
La consolidación achica el rango y aleja posiciones débiles, reforzando la posibilidad de un movimiento direccional cuando llegue la ruptura. Tras máximos anuales, los retornos medios son 8,5 % a 5 días, 14,8 % a 10 y 34,7 % a 30, un historial que enmarca las expectativas de corto plazo.
Flujos y catalizadores de XRP
La SEC resuelve y los ETFs llegan, en paralelo con entradas de $25 millones diarios. De cara a 2025, se esperan entre $4,3 y $8,4 mil millones en octubre, un telón de fondo que podría influir en la direccionalidad si coincide con la ruptura técnica.
Un cierre diario por encima de los 3,65 dólares sería clave para activar algoritmos en posición larga y abrir un camino hacia los 5,50 dólares. Sin embargo, el triángulo técnico y el MACD sugieren un mayor riesgo de una falsa ruptura o trampa alcista. A medida que el rango se ajusta y se acerca al vértice, se produce una transferencia de monedas de manos débiles a manos fuertes, lo que suele anticipar movimientos bruscos.
En cuanto a los antecedentes históricos, después de cierres por encima del máximo anual, las estadísticas muestran un avance del 8,5% en 5 días (con una tasa de acierto del 67%), 14,8% en 10 días y 34,7% en 30 días. Aun así, los resultados pueden variar considerablemente, lo que resalta la importancia de evaluar tanto el contexto técnico como los factores externos que influyen en el mercado.
Los niveles clave a vigilar son un techo en 3,65 dólares y un piso en la zona de 2,75 a 2,80 dólares, que podría ceder bajo presión. Entre los catalizadores no gráficos destacan el posible desenlace del caso con la SEC y la eventual aprobación de un ETF spot. En contraposición, el mayor riesgo técnico se centra en una caída del MACD y un quiebre fallido.
La confirmación exige un cierre por encima de $3,65; hasta entonces, el mercado alterna entre la señal de bandera alcista y el riesgo del triángulo descendente hacia $2,75-$2,80, con los flujos previstos para 2025 como variable a vigilar.
