XRP cayó por debajo de la barrera psicológica de $2 y se negoció alrededor de $1,90–$1,92, en un contexto de debilidad general del mercado cripto. A pesar de aprobaciones y lanzamientos de ETFs como XRPC de Canary Capital y el ETF de Bitwise, cuyos volúmenes de apertura alcanzaron $58 millones y $105 millones respectivamente mientras otro fondo atrajo $250 millones, la contracción del precio no se detuvo.
La presión bajista respondió a una mezcla de dinámica de mercado, flujos institucionales iniciales y señales técnicas. La criptomoneda mantuvo alta correlación con Bitcoin (coeficiente a 7 días de 0,81), y la debilidad se acentuó cuando Bitcoin cayó por debajo de $82.000 en noviembre de 2025, elevando la sensibilidad de XRP a ventas generalizadas.
En términos de liquidez, los nuevos ETFs actuaron más como imanes de capital inicial que como catalizadores de convicción sostenida, con instituciones abriendo posiciones acotadas y traders profesionales rotando beneficios hacia activos mayores como Bitcoin y Ethereum, un fenómeno asociado a “trampa de liquidez” donde los flujos positivos no derivaron en compra agresiva.
Factores que explican la caída de XRP por debajo de $2
El comportamiento de los grandes tenedores intensificó la presión vendedora. Los datos on-chain registraron una salida neta inicial de más de 583 millones de XRP desde exchanges a comienzos de noviembre, seguida de reingresos tras la ruptura por debajo de $2,10, lo que sugiere compras cautelosas en las caídas en lugar de acumulación decidida. En paralelo, el NUPL cayó por debajo de 0,5, un umbral que suele marcar un cambio de optimismo a ansiedad entre inversores.
Desde lo técnico, el gráfico mostró formación de triángulo descendente con soportes en $1,95 y en $1,55. Se confirmó un death cross, donde la media exponencial a 50 días ($2,45) quedó por debajo de la de 200 días ($2,54), señal habitualmente asociada a impulso bajista sostenido. Los osciladores reforzaron la debilidad de momento con un RSI en torno a 37 y un MACD con histograma en expansión negativa.
Aun cuando los ETFs no sostuvieron el precio en el corto plazo, la actividad corporativa de Ripple avanzó. La compañía cerró una ronda de financiación de $500 millones y consolidó alianzas con Mastercard y Gemini para pagos con stablecoins. Estas iniciativas apuntan a utilidad y adopción de largo plazo, pero quedaron temporalmente solapadas por el comportamiento especulativo y técnico del mercado.
La caída de XRP por debajo de $2 ilustra la desconexión temporal entre validación institucional —lanzamiento de ETFs y flujos iniciales— y la dinámica de mercado dominante, marcada por ventas de ballenas, correlación con Bitcoin y señales técnicas. El episodio exime a la tecnología de responsabilidad inmediata y obliga a vigilar la evolución de flujos hacia ETFs, el comportamiento de grandes tenedores y la trayectoria de Bitcoin.
