El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, ha manifestado que el actual cierre del gobierno estadounidense, que ya lleva tres semanas, es “probable que termine en algún momento esta semana”. Con el bloqueo presupuestario bajo fuerte escrutinio —y varias iniciativas reguladoras de criptomonedas paralizadas—, la reapertura de las operaciones gubernamentales podría abrir paso a un renovado impulso en la acción política.
Hassett señaló que el cierre fue provocado por un enfrentamiento entre republicanos y demócratas, apuntando directamente a la oposición de Chuck Schumer y sus colegas demócratas. Afirmó que si los demócratas moderados avanzan para reabrir el gobierno, la administración podrá pasar a negociar otros asuntos de política “con orden regular”. Esto indica que terminar con el cierre es sólo el primer paso: lo que viene después podría afectar una variedad de prioridades reguladoras y fiscales.
Mientras tanto, el cierre —ya el tercero más largo en la historia de EE. UU.— ha paralizado varios desarrollos en el ámbito de las criptomonedas. Las solicitudes de fondos cotizados (ETFs) para activos como XRP, Litecoin y Solana siguen pendientes ante la Comisión de Bolsa y Valores de los EE. UU. (SEC), y los retrasos se atribuyen en buena medida al estancamiento presupuestario general.
Al mismo tiempo, sigue en pie la mesa redonda organizada por senadores demócratas con líderes de la industria cripto —entre ellos ejecutivos de Coinbase y Ripple— prevista para esta semana, lo que indica que el diálogo regulador no se ha detenido por completo.
Implicaciones de un posible fin inminente del cierre
Hassett añadió que si el cierre se prolonga, la administración podría recurrir a “medidas más contundentes” para forzar la cooperación de la oposición. Agregó un detalle personal: él posee una cartera significativa de criptomonedas y figura como uno de los principales candidatos para suceder a Jerome Powell al frente de la Reserva Federal (Fed) en mayo de 2026.
Sin embargo, pese al optimismo de Hassett, algunos analistas del mercado no están tan convencidos. Las proyecciones del mercado predictivo Polymarket estiman una probabilidad del 71 % de que el cierre se extienda más de treinta días, lo que lo llevaría hasta finales de octubre. Si ese escenario se concreta, los efectos del cierre podrían sentirse más intensamente en las agencias federales y los canales regulatorios.
Mientras Washington se acerca a una posible resolución, los actores de diversos sectores —desde los empleados públicos furloughados por el congelamiento hasta las firmas cripto que esperan claridad regulatoria— se mantienen con cautela y esperanza. El fin del cierre podría no ser sólo el reinicio de operaciones, sino un punto de inflexión para el impulso de las políticas en los próximos meses.