Standard Chartered mantiene una postura alcista sobre Bitcoin y considera que la reciente venta acelerada está terminando, lo que abre la puerta a un repunte hacia finales de 2025. A través de su Head of Digital Assets Research, Geoffrey Kendrick, la firma apunta a objetivos de $135.000 a corto plazo y $200.000 para cierre de año, apoyándose en señales técnicas y de flujo que sugieren agotamiento vendedor. El análisis enmarca la corrección reciente dentro de un patrón cíclico y la contrasta con flujos en ETFs y avances regulatorios que respaldan la demanda.
Geoffrey Kendrick identifica un patrón repetido de caídas agudas y recuperaciones, situando la reciente corrección como la tercera de magnitud similar en los últimos años. La caída cercana al 30% desde el máximo de principios de octubre ($126.000) se interpreta como parte de esa dinámica cíclica, y la breve bajada por debajo de $100.000 a finales de octubre de 2025 fue descrita por la firma como un punto de inflexión psicológico y operativo.
Kendrick llegó a afirmar que la venta “is likely ‘complete’”; esa frase resume la tesis de que la fase de capitulación ha concluido y deja el terreno preparado para una recuperación.
MicroStrategy alcanzó una paridad de 1,0 en su modified Net Asset Value (mNAV), un indicador que mide el valor de sus tenencias en bitcoin frente al precio de la acción. Dicha paridad suele interpretarse como una señal de ajuste extremo en valoración, alineada con episodios de agotamiento vendedor.
Además, el soporte técnico de la media móvil de 50 semanas, vigente desde 2023, se señala como un nivel estructural que sostuvo el mercado durante la corrección. Durante el episodio también se observó rotación desde oro hacia Bitcoin, evidenciando flujos que la firma interpreta como una búsqueda de cobertura alternativa.
Señales de fondo que apuntan a un rally de Bitcoin
Standard Chartered argumenta que la combinación de flujos y avances regulatorios sustenta sus proyecciones. Cita flujos netos acumulados a través de ETFs superiores a $60.000 millones como prueba de demanda institucional sostenida. La firma añade la creciente incorporación corporativa y la posible aprobación de legislación estadounidense sobre stablecoins como factores que podrían normalizar y expandir la base invertidora.
Las metas de precio planteadas por la entidad son $135.000 para el horizonte cercano y $200.000 a cierre de 2025; la nota también menciona la posibilidad de niveles aún más altos hacia 2028. Estos escenarios se presentan como impulsados por entradas de capital institucional y por la finalización del periodo de venta.
Los objetivos implican una recuperación agresiva del precio y dependen de que los flujos de ETF y la claridad regulatoria se mantengan; el apalancamiento y la exposición vía derivado amplificarán tanto ganancias como pérdidas si el mercado se revierte.
Standard Chartered interpreta la corrección reciente como un punto de capitulación que prepara el terreno para un rally hasta final de año, apoyado en flujos ETF y avances regulatorios; sin embargo, las proyecciones elevadas requieren que esos catalizadores persistan. El cierre de 2025 se plantea como hito para validar las metas, con la evolución de los flujos netos en ETFs y el progreso legislativo sobre stablecoins como variables clave.
