Las stablecoins alcanzaron los 300.000 millones de dólares de capitalización, un 47 % más que a principios de año. El incremento amplía la liquidez en los ecosistemas de criptoactivos. También modifica la dinámica de traders, exchanges e instituciones que emplean estos tokens como reserva y como puente. El salto concentra más vías de entrada y salida para BTC, ETH y altcoins y eleva los riesgos de concentración y de supervisión regulatoria.
El repunte lo lideran las stablecoins Tether (USDT) y USDC, con capitalizaciones de 176.000 millones y 74.000 millones de dólares, según los datos de los informes revisados. Su cuota combinada bajó del 91,6% registrado a comienzos de 2024 al 82-84% actual, lo que muestra la llegada de competidores y cambios en la demanda.
El crecimiento de las stablecoins responde a mayor actividad de trading, adopción en pagos B2B y señales de claridad regulatoria —proyectos de ley en EE. UU. y advertencias del ESRB en la UE—. Estos factores atraen interés institucional, según los análisis citados.
Impulso del mercado y distribución entre emisores
El informe recoge proyecciones que sitúan la capitalización en 3 billones de dólares para 2030 si la regulación y la adopción institucional avanzan según lo previsto.
Moody’s advierte sobre vulnerabilidades sistémicas en mercados emergentes y riesgos ligados a oráculos, liquidez escasa en ciertos pools y concentración de emisión.
El aumento de capitalización genera efectos operativos inmediatos: más liquidez para comprar BTC y ETH, pero también mayor exposición a eventos de confianza y a cambios regulatorios. La concentración en pocos emisores incrementa la dependencia; una pérdida de confianza puede provocar movimientos bruscos y presión sobre los funding y basis de los derivados.
Reguladores de Europa y EE. UU. refuerzan la vigilancia, lo que eleva los costes de cumplimiento y puede alterar los modelos de negocio.
El mercado fija ahora la atención en la evolución regulatoria y en la competencia entre emisores por cuota, factores que determinarán la liquidez de las próximas semanas y el comportamiento de precios y derivados. Según las fuentes citadas, traders y gestores deberán vigilar la concentración, el funding y la respuesta regulatoria.