El gobierno del Reino Unido designará una figura que coordine la tokenización de los mercados mayoristas con el objetivo de acelerar la digitalización de la post-negociación y posicionar al país como referencia global. La medida afectará a bancos, custodios, gestores de activos y proveedores de infraestructura, con potencial para modificar la liquidez, el colateral y los procesos de cobertura en derivados. Según Bloomberg y el documento oficial, este “champion” actuará como enlace público-privado para evitar la fragmentación internacional.
El Digital Markets Champion articulará los esfuerzos privados, promoverá la interoperabilidad y facilitará colaboraciones entre países, en línea con la estrategia de digitalización de los mercados mayoristas. La hoja de ruta se sostiene en tres pilares: optimización del mercado —incluida la eliminación del papel y el acortamiento de plazos con objetivo T+1 en octubre de 2027—, transformación tecnológica mediante DLT, inteligencia artificial y pruebas en entornos controlados, y un eje de liderazgo con coordinación internacional.
El Gobierno del Reino Unido impulsa instrumentos concretos como el “Digital Gilt Instrument” (DIGIT) y el “Digital Securities Sandbox”, diseñados para la liquidación con DLT y para probar stablecoins y depósitos tokenizados. La tokenización es la representación digital de un activo real en una DLT, lo que permite fraccionalización, trazabilidad y liquidación automatizada.
La iniciativa aspira a mejorar la eficiencia, reducir costes y aumentar la accesibilidad, con proyecciones de crecimiento acelerado del mercado de activos del mundo real tokenizados (RWA) en la próxima década, según expertos y documentos citados.
Implicaciones para derivados y claves del plan
La coordinación y las pruebas regulatorias reducirán la fricción operativa y acelerarán la adopción institucional, aunque introducirán nuevos riesgos por la dependencia de contratos inteligentes y una mayor interconexión entre infraestructuras, que podría amplificar shocks si no se gestiona adecuadamente.
La tokenización aumentará la movilización de colateral y habilitará mercados secundarios más líquidos para activos históricamente ilíquidos, con efectos potenciales sobre precios y disponibilidad.
La automatización mediante smart contracts exige controles robustos, dado que fallos en el código o en la ejecución pueden afectar márgenes y procesos de liquidación.
Cambios en el settlement y la movilidad del colateral podrán alterar el basis, el funding y la gestión del riesgo en futuros y swaps, requiriendo ajustes en modelos y procesos.
El sandbox y la adaptación legal —apoyada en el derecho inglés y galés— buscan aportar certeza, pero la transición demandará supervisión continua y pruebas exhaustivas.
La designación del Digital Markets Champion es el siguiente paso operativo para coordinar estas iniciativas, con hitos concretos como la transición a T+1 en octubre de 2027 y el lanzamiento de DIGIT y del sandbox, que actuarán como pruebas clave para evaluar el impacto en la liquidez y en los procesos de derivados.