El mercado de criptomonedas ha iniciado diciembre con un cambio de impulso drástico, caracterizado por una señal rara de Bitcoin que históricamente precede a movimientos parabólicos masivos, coincidiendo con una inyección de liquidez de la Reserva Federal de 13.500 millones de dólares. Según los análisis recientes de Altcoin Vector y Gert van Lagen, este cúmulo de catalizadores técnicos y macroeconómicos sugiere el posible comienzo de una reversión total del mercado tras una recuperación en forma de V.
Los datos duros confirman que el ancho de las Bandas de Bollinger mensuales de Bitcoin ha caído por debajo de 100, un evento técnico extremadamente poco común en la última década. Históricamente, cada vez que este indicador se activa, el activo digital líder ha seguido con una pierna alcista directa y explosiva, siempre que logre reclamar y estabilizarse por encima de la resistencia crítica de los 93.500 dólares. Simultáneamente, el 1 de diciembre, la Reserva Federal ejecutó la segunda mayor operación de recompra nocturna desde la pandemia, inyectando 13.500 millones de dólares en el sistema financiero, lo que muchos interpretan como una señal de relajación de la presión de liquidez.
Este escenario se ve reforzado por un cambio significativo en la postura institucional. Vanguard, que gestiona 11 billones de dólares, ha revertido su política anti-cripto, permitiendo ahora el comercio de ETF de Bitcoin y Ethereum a sus más de 50 millones de clientes. Además, Bank of America ha autorizado a sus asesores recomendar una asignación de entre el 1% y el 4% en criptoactivos a partir de enero de 2026. La combinación de liquidez fresca y adopción institucional masiva crea un entorno propicio para que el capital fluya nuevamente hacia los activos de riesgo, validando la recuperación en forma de V observada en las principales altcoins.
¿Estamos ante el inicio inminente de una nueva fase de expansión parabólica?
Las implicaciones para el mercado son profundas si se confirma la ruptura de resistencia. La inyección de liquidez de la Fed actúa como un combustible esencial para el apetito de riesgo a corto plazo, lo que podría evitar nuevas caídas significativas antes de la decisión de tasas de diciembre. Si Bitcoin logra convertir los 93.500 dólares en soporte, la señal rara de Bitcoin podría desencadenar una carrera alcista sostenida, arrastrando consigo al resto del sector. Por otro lado, analistas como Brett advierten que esta liquidez también podría ser una luz de advertencia sobre tensiones internas en el sistema bancario, lo que exige cautela.
Finalmente, el mercado se encuentra en un punto de inflexión decisivo donde la técnica y la macroeconomía convergen. Con Tether acuñando 1.000 millones de dólares adicionales y la expectativa de actualizaciones en Ethereum, la probabilidad de una continuación alcista parece fortalecerse día a día. Los operadores deberán vigilar de cerca el cierre semanal, ya que confirmar esta estructura técnica podría significar el fin de la corrección y el inicio de un repunte de fin de año impulsado por la liquidez y el respaldo institucional.
