DECTA advirtió que la regulación Markets in Crypto‑Assets (MiCA) determinará si las stablecoins vinculadas al euro sobreviven o fracasan para 2026. La declaración presenta a MiCA como el acontecimiento regulatorio decisivo para los emisores vinculados al euro y los participantes del mercado.
DECTA planteó MiCA como un resultado binario para las stablecoins vinculadas al euro, argumentando que la regulación o bien permitirá una emisión y adopción sostenibles o bien forzará una contracción significativa de ese segmento de mercado para 2026. Esto sitúa la cronología regulatoria como un riesgo comercial determinante para emisores, proveedores de custodia y gestores de liquidez.
Los participantes del mercado deberían considerar la fecha límite como un punto de pivote en la gestión de riesgos: los programas de cumplimiento, las revisiones legales y los acuerdos de tesorería deben alinearse con las expectativas regulatorias para evitar la pérdida de acceso al mercado.
MiCA se presenta en la declaración de DECTA como la única variable regulatoria que inclinará la estructura del mercado; esa caracterización implica una gran dependencia de las definiciones y las vías de autorización por parte de los responsables políticos. Las empresas que no puedan demostrar conformidad con los criterios regulatorios declarados se enfrentan a una posible exclusión de listados o a una distribución limitada. Por el contrario, aquellas que cumplan los requisitos podrían obtener una ventaja estructural en credibilidad y acceso.
Consecuencias operativas y de mercado para los emisores vinculados al euro
La advertencia implica respuestas operativas en materia de emisión, gestión de reservas y marcos contractuales. Los emisores podrían necesitar reconsiderar la composición de las reservas, las prácticas de transparencia y los mecanismos de reembolso, así como las relaciones con contrapartes para ajustarse a las exigencias regulatorias. Los proveedores de infraestructura de custodia y liquidación probablemente revaluarán los acuerdos de servicio y la debida diligencia en la incorporación. Los proveedores de liquidez y los creadores de mercado, a su vez, repercutirán el riesgo de contraparte y regulatorio en los diferenciales y en las decisiones de inventario.
Para los usuarios del mercado, la posible contracción o consolidación de las stablecoins vinculadas al euro podría afectar la profundidad de la liquidez y los costes de transacción para los flujos cripto denominados en euros. Las empresas que utilizan tokens vinculados al euro para tesorería, liquidación o negociación deben contemplar la planificación de escenarios entre una aceptación regulatoria ampliada y una disponibilidad restringida. La implicación para los gestores de carteras es clara: el riesgo de cumplimiento regulatorio puede traducirse en volatilidad de bases y de financiación.
La evaluación de DECTA sitúa a MiCA en el centro de la estrategia sobre stablecoins vinculadas al euro, con 2026 como el hito definitorio para la viabilidad del mercado. Los actores del mercado deberán adaptar la gobernanza, las reservas y los acuerdos con contrapartes al calendario regulatorio para preservar el acceso y la liquidez.
