Las empresas de tesorería de activos digitales (DAT), que mantienen reservas significativas de criptomonedas en sus balances corporativos, están enfrentando pérdidas no realizadas severas en medio de la volatilidad de octubre. Muchas de estas firmas habían acumulado agresivamente altcoins como ETH, SOL, TON y WLFI, apostando al fortalecimiento continuado del mercado cripto. Pero el derrumbe reciente ha revelado las vulnerabilidades de sus modelos, planteando dudas urgentes sobre su resistencia financiera, exposición al apalancamiento y estrategia futura.
Lo que en su momento fue visto como una extensión innovadora del modelo “tesorería Bitcoin” ha empezado a tambalearse: las empresas DAT que mantienen altcoins están ahora frente a pérdidas pronunciadas por diferencias entre precios de adquisición y los actuales.
Por ejemplo, BitMine Immersion reporta grandes tenencias de ETH adquiridas a precios promedio superiores a los vigentes, lo que les deja con pérdidas no realizadas importantes. Forward Industries (FORD), que construyó una de las mayores tesorerías de SOL, tendría ahora una merma de alrededor del 15 %, reflejando un desvío doloroso para quienes apostaron fuerte por redes alternativas a Ethereum.
Otras firmas también sienten la presión. AlphaTON Capital, con sus tenencias en TON, está viendo que su inversión no alcanza el costo de adquisición. Mientras tanto, ALTS Sigma, con asignaciones considerables en WLFI, enfrenta pérdidas de cientos de millones de dólares.
Incluso tesorerías más conservadoras con posiciones en XRP, DOGE o INJ están bajo tensión, aunque los montos exactos son menos visibles por falta de divulgación. Vale destacar que las exposiciones en BNB parecen estar desafiando la tendencia, generando ganancias en medio de la debilidad generalizada en el segmento de altcoins.
Talentos y riesgos en tesorerías ALT pesadas
Estas pérdidas por ahora son principalmente no realizadas. Pero si la caída se prolonga, las DAT podrían verse obligadas a registrar pérdidas en sus estados financieros trimestrales, reduciendo la rentabilidad o incluso llevándolas a resultados netos negativos.
Muchas de estas tesorerías están apalancadas mediante deuda, notas convertibles o líneas de crédito: la caída de precios podría desencadenar llamadas de margen y forzar liquidaciones en momentos desfavorables. Esa dinámica puede agravar la crisis, ya que ventas forzadas deprimen precios, lo que a su vez puede provocar más ventas en espiral.
Más allá de los desafíos internos, intensifican los retos externos. La confianza de los inversionistas podría erosionarse, especialmente si las cotizaciones de las acciones se acercan o caen por debajo del valor neto de los activos (NAV). Eso podría empujar a la dirección a liquidar sus tenencias cripto para obtener liquidez o cumplir obligaciones de deuda. Una ola de ventas resultante podría presionar aún más los precios en todo el universo de altcoins.
Conforme avanza octubre, la tendencia DAT parece estar perdiendo ímpetu. Las crecientes preocupaciones macroeconómicas, las tensiones comerciales renovadas y la incertidumbre regulatoria están haciendo que muchas empresas duden antes de redoblar sus apuestas.
Lo que alguna vez se vio como una frontera de crecimiento para la estrategia cripto corporativa ahora empieza a parecer una advertencia. Las próximas semanas mostrarán si estas empresas resisten la tormenta o si vienen más sacudidas por delante.