La Office of the Comptroller of the Currency (OCC) otorgó autorizaciones condicionales como bancos fiduciarios nacionales a cinco empresas de activos digitales, marcando un paso hacia la supervisión federal de los emisores de stablecoins y la custodia cripto.
Circle y Ripple obtuvieron licencias de banco fiduciario nacional de novo —First National Digital Currency Bank y Ripple National Trust Bank, respectivamente—, autorizándolas a operar bajo las normas federales de bancos fiduciarios. Esta autorización las sitúa bajo el perímetro regulatorio federal y habilita su actividad conforme a estándares prudenciales nacionales.
Paxos Trust Company, Fidelity Digital Assets y BitGo convirtieron sus sociedades fiduciarias estatales en asociaciones nacionales: Paxos Trust Company, National Association; Fidelity Digital Assets, National Association; y BitGo Bank & Trust, National Association.
Las aprobaciones afectan a Circle, Ripple, Paxos, Fidelity Digital Assets y BitGo y pretenden reemplazar un régimen fragmentado de licencias estatales con un marco federal unificado. El movimiento busca integrar actividades cripto bajo normas bancarias federales con supervisión directa de la OCC.
La acción de la OCC sigue interpretaciones que redefinieron ciertas actividades cripto como funciones bancarias permitidas, incluida la orientación que permite “riskless principal crypto‑asset transactions”. Las transacciones de principal sin riesgo son acuerdos en los que un banco ejecuta una operación en nombre de un cliente y compensa inmediatamente su exposición, actuando como intermediario del activo sin riesgo neto de mercado.
Reacción de la industria e implicaciones de la OCC
Las empresas buscaron estatutos federales para escapar del mosaico de reglas estatales que limitaban la escala, para agilizar las operaciones de stablecoins y para obtener acceso a poderes bancarios federales que podrían incluir la custodia de reservas y vías de liquidación más rápidas que puedan eludir carriles tradicionales como SWIFT. Las aprobaciones llegaron tras aclaraciones previas de la OCC de que los bancos nacionales podían dedicarse a la custodia y liquidación cripto siempre que mantuvieran prácticas robustas de gestión de riesgos.
Los grupos comerciales bancarios se opusieron a la medida entre julio y octubre de 2025. The American Bankers Association y el Bank Policy Institute expresaron preocupaciones sobre la integridad y la preparación de las empresas cripto incipientes para cumplir con las responsabilidades de un banco fiduciario. Funcionarios de la OCC, incluido Jonathan Gould, descartaron esas objeciones como protecciones de intereses arraigados.
La actividad de stablecoins fue una justificación central: datos de la industria citados en presentaciones e informes situaron los volúmenes de transacciones de stablecoins en aproximadamente $4.6 trillion en 2025 y alrededor de $5.7 trillion el año anterior, lo que subraya por qué los emisores buscaron estatus federal. Observadores describieron el cambio como el aprovechamiento de “favorable Trump Era Regulations”, enmarcándolo como un giro estratégico hacia la credibilidad institucional.
Las licencias condicionales señalan la integración federal de emisores de stablecoins y custodios en el sistema bancario de EE. UU., trasladando la responsabilidad regulatoria de un mosaico de estados a la supervisión federal.
