Hong Kong lanzará su tercera emisión de bonos “nativamente digitales”, denominados en múltiples monedas, como parte de su estrategia para convertirse en un hub global de activos digitales. Este movimiento refuerza el enfoque de la ciudad para incorporar la tokenización en su infraestructura de mercados de capitales.
La próxima emisión de bonos por parte de Hong Kong ejemplifica cómo los emisores soberanos están adoptando marcos basados en blockchain para instrumentos de deuda. El gobierno planea comercializar una nueva serie de bonos verdes digitales, denominados en dólares estadounidenses, dólares de Hong Kong, euros y yuan offshore —una ambición multimoneda que apunta a atraer inversores internacionales.
Desde 2023, esta será la tercera emisión de este tipo de “bonos digitales” en Hong Kong, lo que demuestra la determinación de la ciudad de desarrollar infraestructura de deuda tokenizada. Los bonos digitales utilizan tecnología de libro mayor distribuido (DLT) para emitir, liquidar y registrar los instrumentos —reduciendo fricciones, mejorando la transparencia y acelerando los ciclos de liquidación frente a los bonos tradicionales. Según observadores del mercado, la transacción podría fijarse tan pronto como el lunes.
La digitalización de la deuda se combina con emisiones multimoneda en Hong Kong
Estratégicamente, esta iniciativa forma parte de la agenda de activos digitales de Hong Kong: al servir a inversores globales con bonos emitidos vía blockchain, la ciudad espera atraer flujos de capital, construir experiencia y reforzar su posición frente a centros rivales como Singapur y Dubái. La inclusión del yuan offshore también va en línea con los esfuerzos de China por internacionalizar el renminbi.
También hay ventajas prácticas. Los bonos digitales facilitan liquidaciones más rápidas, permiten propiedad fraccionada y pueden abrir nuevos segmentos de inversores (como instituciones más pequeñas o retail global) gracias a menores costos estructurales. Para el gobierno, emitir bonos mediante DLT también es una señal de innovación y voluntad de adoptar infraestructuras de mercados de capital de próxima generación.
No obstante, existen riesgos. Los bonos tokenizados plantean preguntas acerca de la validez legal, los mecanismos de respaldo (qué sucede si la plataforma DLT falla), la supervisión regulatoria en diferentes jurisdicciones y la liquidez en el mercado secundario. Las entidades emisoras deben diseñar planes de salida y asegurar que los usuarios puedan volver a los sistemas convencionales en caso de necesidad.
En resumen: la tercera emisión de bonos digitales de Hong Kong es más que un ejercicio de financiamiento —es un hito en la evolución de los mercados de capital tokenizados. Si tiene éxito, podría redefinir cómo los emisores soberanos acceden a inversores globales y cómo operan los mercados de deuda en la era blockchain.
