Con el cierre del gobierno estadounidense acercándose a su fin, los inversores institucionales del mercado cripto parecen estar retomando posiciones, y los analistas apuntan a una “inundación” de aprobaciones de ETFs de criptomonedas. La reapertura de Washington podría liberar datos, claridad y flujos que se encontraban paralizados por el bloqueo político.
El prolongado cierre congeló lanzamientos de datos económicos, procesos regulatorios y ciclos de inversión. Pero ahora, ante la posibilidad de un acuerdo, se observa que grandes jugadores podrían estar reposicionándose. Una firma de análisis on-chain detectó nuevas órdenes significativas para el segundo mayor activo en cripto, lo que sugiere un cambio más allá del movimiento especulativo minorista. Al mismo tiempo, las quejas sobre un “mercado operando a oscuras” están dando paso a un optimismo moderado.
El desencadenante clave no es solo el fin de la paralización gubernamental, sino sus efectos secundarios: informes oficiales que vuelven, mayor claridad regulatoria y eliminación de la incertidumbre que frenaba los flujos de fondos. En el ámbito cripto, múltiples solicitudes de ETFs han quedado estancadas, y los analistas indican que ese bloqueo puede disiparse una vez que Washington avance. Si se aprueban, estos fondos podrían atraer asignaciones institucionales significativas en lugar de episodios puntuales de trading de impulso.
De la parálisis política a la reactivación de los flujos institucionales
La expresión “inundación de ETFs” alude a que, una vez que se apruebe un ETF spot de criptomonedas (incluyendo altcoins), grandes instituciones —fondos de pensión, aseguradoras, endowments— podrían comenzar a asignar a gran escala, lo que modificaría la dinámica tradicional de oferta y demanda en el mercado. Los analistas señalan que los movimientos basados únicamente en minoristas difícilmente generarán rallies sostenibles; se necesita profundidad institucional para cambios estructurales.
No obstante, hay que mantener cautela. El acuerdo en Washington es solo un paso: las aprobaciones de ETFs dependen aún de reguladores, estructuras de custodia, mecánicas de fondos y la infraestructura del mercado. Además, el mercado de criptomonedas sigue expuesto a riesgos macro (tasas de interés, inflación) y a incertidumbres regulatorias.
Aun así, los inversores empiezan a ver el fin del cierre como un desencadenante: no necesariamente de un rally parabólico inmediato, pero sí de una reconstrucción gradual de la participación institucional.
En resumen: la proximidad al fin del cierre del gobierno de EE.UU. podría marcar un punto de inflexión para las criptomonedas —donde la vuelta de la claridad política y los flujos institucionales podrían trasladar el mercado de rallies fragmentados a un crecimiento más sostenido.
