El mercado cripto enfrenta una semana de grandes movimientos por la coincidencia de tres eventos clave: la entrega de 1.600 millones de dólares del FTX Recovery Trust a acreedores, posibles nuevos aranceles desde Washington y la publicación del informe de empleo no agrícola (NFP) el viernes. Estos tres factores alterarán la liquidez, la disposición a asumir riesgo y las apuestas sobre la Reserva Federal, con impacto para acreedores, traders y gestores de fondos.
La distribución de 1 600 millones puede inyectar liquidez pero también provocar ventas. El pago coloca dinero en el sistema tras la quiebra de FTX, pero los receptores podrían optar por retirarlo en lugar de reinvertir. Los expertos creen que lo decisivo es si los acreedores ven el pago como un reinicio o como la señal para irse.
Por otro lado, también hay fondos en problemas con gran parte de los reclamos probablemente no volverán a comprar cripto por limitaciones regulatorias y rechazo al riesgo.
Los 3 factores que pueden afectar al mercado cripto de esta semana
Posibles cambios en los aranceles de EE. UU. suelen desatar caídas rápidas al elevar la incertidumbre y el temor a perder. Bitcoin y el resto del mercado han reaccionado a anuncios anteriores, con movimientos que se trasladan al tipo de cambio y a los flujos de capital.
El NFP actúa como variable macro que guía expectativas sobre inflación y tipos: si el empleo es alto, aumenta la presión inflacionaria y bajan las probabilidades de recorte; si la cifra es baja, crecen las apuestas a una bajada de tipos y el dólar se debilita, beneficiando a los activos de riesgo.
La distribución de 1 600 millones aumenta el dinero disponible, pero el destino de esos fondos definirá si se absorben o si generan presión vendedora. Además, los aranceles y el NFP modifican las expectativas sobre tipos y el dólar, y ese reajuste se traslada a precios y volatilidad.
La semana medirá la capacidad del mercado para absorber una inyección importante de liquidez mientras procesa señales macro y comerciales. La dirección dependerá de las decisiones de los acreedores y de los datos del NFP, que ajustarán las perspectivas de política monetaria y el apetito global por riesgo.