FTX estuvo bajo la vigilancia de los reguladores australianos meses antes de su espectacular colapso en noviembre de 2022.
Según un informe de The Guardian del domingo 29 de enero, los documentos vistos revelan que los reguladores financieros australianos levantaron banderas sobre las operaciones de la entidad local de FTX justo después de que comenzara a ofrecer su operación en marzo de 2022.
El informe dice que la Comisión Australiana de Valores e Inversiones (ASIC) emitió tres avisos a FTX Australia entre marzo de 2022 y noviembre, pidiendo más claridad sobre sus operaciones y prácticas empresariales. Un documento fechado el 11 de noviembre -el día en que FTX solicitó la protección por quiebra- confirma que los reguladores tenían a la empresa bajo su vigilancia activa desde marzo.
Una Oferta Arriesgada Generó Inquietud
Según el informe, FTX adquirió su licencia australiana de servicios financieros (AFSL) en diciembre de 2021 mediante la adquisición de una firma financiera IFS Markets, que ya tenía la licencia. Esto permitió al exchange eludir algunos de los estrictos requisitos para una licencia AFSL.
FTX comenzó sus operaciones en Australia continental en marzo de 2022. Apenas unos días después, la compañía se convirtió en objeto de revisión por parte de los reguladores ya que, según una publicación de Financial Review, afirmaba permitir a los usuarios comprar criptoactivos con «préstamos de margen de hasta 20 veces su inversión.«
Preocupada por esta oferta, la autoridad encargada de conceder licencias trató de revisar «las pruebas de negocio que FTX proporcionó» como parte de la solicitud de licencia. Pero no se disponía de dicha información, ya que la licencia se obtuvo mediante una absorción.
Según los documentos obtenidos, el regulador emitió una notificación s912C en marzo, pidiendo a FTX que proporcionara documentos sobre sus operaciones para que ASIC «evaluara si el negocio es apto y adecuado para tener la AFSL».
FTX también mantuvo una reunión telefónica con ASIC el 30 de marzo, reiterando su seriedad sobre las regulaciones y prometiendo proporcionar transparencia y trabajar con la policía federal australiana para luchar contra los delitos.
El regulador seguía preocupado por FTX en octubre. La ASIC emitió tres avisos a FTX hasta que puso a sus entidades locales en administración voluntaria en noviembre tras su declaración de quiebra en EE.UU.. En respuesta a estos avisos, FTX siguió diciendo al regulador que «cumplía con sus requisitos financieros».
Según los informes, FTX Australia fue una de las más de 130 empresas vinculadas a FTX que interrumpieron sus operaciones en el país tras la declaración de quiebra de la empresa matriz.
Seguía bajo «actividad de vigilancia» en el momento en que se nombraron administradores externos para las entidades australianas de FTX. Tras su declaración de quiebra, su AFSL fue suspendida el 16 de noviembre. El exchange debía alrededor de USD 1 millón a 30.000 clientes australianos.
El caso de quiebra de FTX sigue su curso, y están saliendo a la luz grandes revelaciones. En medio de todo esto, como se ha informado, Sam-Bankman Fried (SBF) afirmó que FTX US era y es solvente.
