Se informa que el organismo regulador financiero de Francia ha iniciado una ampliación de sus inspecciones contra blanqueo de capitales (AML), apuntando particularmente a plataformas de intercambio de criptomonedas como Coinbase y Binance. El objetivo: verificar el cumplimiento previo de requisitos antes de otorgarles licencias que les permitan operar a nivel europeo. Este paso podría tener implicaciones importantes para la supervisión en la Unión Europea del ecosistema cripto.
El regulador francés, conocido como ACPR, ha comenzado a realizar inspecciones in situ en exchanges de criptomonedas desde fines de 2024, enfocándose en fortalecer los estándares de controles de riesgo. Estos controles ampliados apuntan a determinar qué plataformas cumplen con los criterios necesarios para obtener una licencia bajo el marco MiCA (Markets in Crypto Assets), que permitiría operar con respaldo legal en toda la Unión Europea.
Entre las plataformas sometidas a revisión se encuentran nombres de peso como Coinbase y Binance. Las investigaciones incluirían no solo evaluación documental sino auditorías operativas y exigencias para que mejoren sus controles de riesgo. En el caso de Binance, ya se le solicitó reforzar sus mecanismos de gestión del riesgo como condición para continuar el proceso regulatorio.
Controles más estrictos en busca de licencias transfronterizas
En Francia, el cumplimiento de estas exigencias es esencial: quien no las satisfaga podría perder la opción de recibir la licencia MiCA, lo que limitaría su capacidad de actuar legalmente en el mercado europeo. Las plataformas deben demostrar que sus sistemas AML, monitoreo de transacciones y gobernanza están al nivel esperado de supervisión global.
Las empresas tienen un plazo hasta junio del año próximo para cumplir con los requisitos de licencia. Esto pone presión sobre los exchanges para adaptar sus procesos y sistemas o enfrentarse a restricciones regulatorias. Aunque ni los exchanges ni el regulador han hecho declaraciones públicas al respecto, el avance de estas inspecciones refleja una tendencia general: los gobiernos buscan asegurar que las plataformas cripto operen con estándares similares a los de las instituciones financieras tradicionales.
En conjunto, este movimiento muestra que la fase de autorregulación del ecosistema cripto está siendo reemplazada por una supervisión más estricta y coordinada. Las exchanges deben prepararse a cumplir normas más rigurosas si desean participar en el mercado regulado europeo. La decisión que tomen frente a ese desafío podría marcar su viabilidad futura en el espacio regulado.