El protocolo de finanzas descentralizadas (DeFi) Balancer, fue víctima de un ataque masivo este lunes 3 de noviembre. El incidente resultó en pérdidas superiores a $100 millones en activos digitales. Firmas de seguridad blockchain como PeckShield y Cyvers fueron las primeras en alertar sobre el exploit en el protocolo Balancer mientras ocurría.
Los detalles del ataque son alarmantes y evolucionaron rápidamente. Aunque las alertas iniciales hablaban de $100 millones, Cyvers actualizó la cifra. Las pérdidas totales escalaron a $128 millones. Paralelamente, la plataforma de análisis Lookonchain reportó cifras similares, cercanas a $116.6 millones. Los investigadores de seguridad señalaron que los fondos vinculados a la billetera del atacante seguían siendo sustraídos activamente. Por su parte, Balancer confirmó la brecha a través de la red social X. El equipo de ingeniería y seguridad investiga con «alta prioridad» para contener la situación.
Este evento golpea a un pilar del ecosistema Ethereum. Antes de este incidente, Balancer era un jugador relevante. Gestionaba más de $700 millones en activos totales, según datos de DefiLlama. El protocolo opera como un exchange descentralizado (DEX) clave. Este hack representa un golpe significativo para su operación y la confianza de sus usuarios.
¿Se comprometió el control de acceso del núcleo de Balancer?
Deddy Lavid, CEO de Cyvers, ofreció un análisis técnico preliminar. «Es probable que la fuga provenga de un compromiso en los mecanismos de control de acceso«, explicó Lavid. Esto es grave, ya que habría permitido a los atacantes manipular los saldos de los usuarios directamente. Lavid añadió que la situación era crítica. El equipo de Balancer intentaba reestablecer el control, lo que explicaba por qué el exploit continuaba activo horas después.
El impacto de esta vulnerabilidad se extiende más allá de Balancer. Este tipo de ataques masivos deterioran la percepción pública del sector DeFi. La confianza de los inversores se ve afectada cada vez que un protocolo de esta magnitud falla. El exploit en el protocolo Balancer pone de manifiesto la necesidad urgente de auditorías de seguridad más robustas. También resalta la complejidad de proteger los fondos en entornos descentralizados, incluso para proyectos establecidos.
Actualmente, la investigación sigue en curso. La prioridad absoluta del equipo de Balancer es detener el ataque y asegurar los fondos restantes. Aún no está claro si los fondos podrán ser recuperados. La comunidad espera respuestas sobre la naturaleza exacta de la vulnerabilidad. El futuro del protocolo dependerá de su capacidad para resolver esta brecha y compensar a los afectados.
