El mercado de activos digitales enfrenta una nueva ola de presión bajista este lunes, luego de que el precio de Ethereum confirmara una ruptura técnica severa al perder más del 6% en las últimas 24 horas. Según el análisis presentado por Ananda Banerjee, este movimiento valida un patrón de continuación bajista conocido como «bandera de oso», abriendo la puerta a una corrección mucho más profunda. La ruptura del canal ascendente en el que cotizaba el activo ha activado objetivos técnicos alarmantes, situando el próximo piso potencial cerca de los 2.140 dólares.
Los datos duros son contundentes al mostrar que la segunda moneda más grande del mercado ha perdido casi un 27% en los últimos 30 días. La formación de esta bandera bajista, precedida por una caída inicial del 28,39% que formó el «mástil», sugiere matemáticamente una extensión idéntica de las pérdidas. Además, métricas on-chain de Glassnode refuerzan esta perspectiva negativa, indicando que no hay soportes técnicos sólidos inmediatos que puedan frenar el descenso antes de alcanzar la zona proyectada.
¿Podrán los tenedores a largo plazo detener el sangrado del mercado actual?
Por otra parte, la métrica NUPL (Net Unrealized Profit/Loss) para tenedores a largo plazo ofrece un contexto histórico preocupante. Esta señal ha estado en tendencia descendente desde el 22 de agosto, lo que implica que los inversores veteranos están viendo reducir sus ganancias no realizadas y debilitando su convicción. El nivel actual del NUPL se acerca peligrosamente al mínimo de seis meses registrado en junio, cuando el indicador tocó 0.28. Si la historia se repite y el NUPL vuelve a probar ese fondo, la caída implícita desde los máximos locales coincidiría perfectamente con el objetivo técnico del 28%.
No obstante, la situación se agrava al observar el mapa de calor de distribución de costos. El precio de Ethereum ha perforado ya el nivel de 2.840 dólares, dejando atrás su muro de demanda on-chain más fuerte, donde se habían acumulado más de 3,5 millones de ETH. Al perder esta zona de defensa, los vendedores han tomado el control total, exponiendo niveles inferiores de soporte en 2.690 y 2.560 dólares. Si la debilidad persiste, el mercado podría deslizarse rápidamente hacia los 2.260 dólares, un área que apenas se sostiene por encima del objetivo final de ruptura de la bandera bajista.
Para finalizar, el panorama sugiere que la corrección podría no haber terminado y que los inversores deben prepararse para una volatilidad extendida. Para invalidar esta tesis bajista, sería necesario un rebote milagroso que recupere los 2.990 dólares y anule la estructura de bandera, algo que por ahora parece improbable sin nuevos catalizadores. De mantenerse las condiciones actuales, la convergencia entre los patrones técnicos y los datos de tenedores apunta a que la zona de 2.140 dólares podría convertirse en el próximo fondo cíclico para estas criptomonedas.
