Ethereum ha caído aproximadamente un 42% desde su máximo histórico y las señales del mercado apuntan a una zona definida donde es más probable que los compradores intervengan. El debate se centra en si el agotamiento actual de las ventas se mantendrá y disparará una recuperación o permitirá una capitulación más profunda.
La acción del precio se ha concentrado en una banda de soporte crítica alrededor de $2.800–$2.900, un área que repetidamente ha atraído interés comprador y ha funcionado como campo de batalla a corto plazo. Los indicadores de impulso están marcadamente sobrevendidos: el Índice de Fuerza Relativa (RSI) ha caído con frecuencia por debajo del umbral de 30 y en algunos momentos se ha acercado a los quince medios, mientras que el Oscilador Estocástico también se encuentra en territorio profundamente sobrevendido; el RSI es una métrica de impulso que mide las ganancias recientes frente a las pérdidas en una escala de 0–100.
Aunque el MACD aún registra impulso bajista, la divergencia entre el precio y estos osciladores sobrevendidos sugiere que la venta puede estar cerca del agotamiento, una dinámica que históricamente precede a los rebotes técnicos.
Zonas de demanda, opiniones de expertos y acumulación de ballenas
Más allá de la banda inmediata, los analistas de Ethereum señalan un piso de demanda secundario entre $2.700 y $2.780 donde se espera que ofertas de gran tamaño absorban la presión vendedora. Voces prominentes del mercado han destacado un ancla psicológicamente importante más baja: Tom Lee ha identificado específicamente $2.500 como un posible piso de ciclo. La actividad de grandes tenedores, según se informa, muestra acumulación en estos niveles inferiores, con las llamadas «ballenas» incrementando posiciones, un comportamiento on-chain que puede preceder a una estabilización más amplia del mercado cuando el capital concentrado vuelve a entrar.
Si el soporte dentro de la estructura de demanda actual se mantiene, las proyecciones técnicas apuntan a un rebote a corto plazo hacia aproximadamente $3.150–$3.200 en la próxima quincena, un movimiento impulsado principalmente por la reversión a la media desde condiciones sobrevendidas. Por el contrario, una falla de los soportes por capas mantendría vivo el riesgo teórico de una venta más profunda, con un escenario de menor descenso en la región de $2.000–$2.100; ese resultado se presenta como posible pero menos respaldado por las señales técnicas predominantes y la acumulación observada.
Los operadores deben tener en cuenta que el apalancamiento amplifica ambos resultados y puede convertir las pruebas de soporte técnico en liquidaciones rápidas.
Las señales del mercado —impulso sobrevendido, zonas de demanda por capas y la acumulación reportada por ballenas— convergen para sugerir que la corrección actual podría estar formando un fondo, con la recuperación a corto plazo condicionada a mantener la estructura de soporte identificada.
