Según los datos más recientes proporcionados por Glassnode, el suministro de Bitcoin de los titulares a largo plazo se ha reducido drásticamente, alcanzando niveles no vistos desde el mes de abril. Esta tendencia bajista indica que los inversores veteranos están reduciendo su exposición al mercado, lo que podría desencadenar una mayor volatilidad en el corto plazo para el activo digital líder.
Concretamente, las entidades que han mantenido sus activos por más de 155 días disminuyeron sus tenencias desde 14.8 millones de BTC a mediados de julio hasta los 14.3 millones registrados en diciembre. De este modo, la cuota del suministro circulante en manos de estos inversores ha caído al 71.92%, situación que replica el comportamiento del mercado observado hace ocho meses justo antes de una corrección significativa.
Por otro lado, al analizar el contexto histórico, es habitual que este grupo de inversores distribuya sus activos durante fases de euforia o pánico minorista, tal como ocurrió en los ciclos de 2017 y 2021. Asimismo, datos de CryptoQuant revelan que, en una base móvil de 30 días, el suministro se redujo en 761,000 monedas hasta el lunes, sugiriendo que el miedo a caídas de precios más profundas está provocando capitulación.
¿Podrá el soporte técnico evitar un desplome inminente hacia los 68.000 dólares?
La estructura técnica del mercado se ha debilitado considerablemente tras perder el soporte de la media móvil de 50 semanas y la apertura anual en 93.300 dólares. Además, la acción del precio ha validado una bandera bajista al caer por debajo de los 92.000 dólares, lo que abre la puerta a una corrección mucho más severa si los compradores no logran defender las zonas de soporte inmediatas.
Si el mercado no logra sostenerse por encima de los mínimos locales de 83.800 y 80.500 dólares, el escenario más probable apunta a un descenso hacia el objetivo medido de la bandera en 68.500 dólares. Este movimiento representaría un retroceso del 20% desde los niveles actuales, confirmando el control total de los bajistas sobre la tendencia y poniendo a prueba la fortaleza psicológica de los inversores de la criptomoneda.
Para finalizar, la combinación de ventas masivas por parte de ballenas y el deterioro de los indicadores técnicos sugiere que el mercado atraviesa un punto de inflexión crítico. Mientras los indicadores como el RSI se mantengan en territorio negativo, la posibilidad de recuperar máximos históricos parece lejana en el horizonte, dejando a los operadores atentos a una posible fase de reacumulación en niveles inferiores.
El suministro de Bitcoin de los titulares a largo plazo cae a niveles de abril, elevando el riesgo de una corrección severa hacia los 68.500 dólares.
