JPMorgan está expandiéndose agresivamente hacia el sector institucional de criptomonedas a través de diversas iniciativas, incluyendo tokenización, tokens de depósito y planes para aceptar Bitcoin y Ethereum como garantía para préstamos.
El gigante bancario está explorando el comercio institucional de criptomonedas, tanto en operaciones spot como derivados. Esta clarificación respalda las transacciones de «principal sin riesgo», un modelo que permite a los brokers ejecutar operaciones de clientes sin mantener inventario o asumir riesgo de mercado.
JPMorgan ha lanzado MONY, un fondo monetario tokenizado con $100 millones en Ethereum, e introducido JPMD, un token de depósito emitido en la blockchain Base de Coinbase para optimizar pagos institucionales. Además, el banco planea permitir que clientes institucionales utilicen Bitcoin y Ethereum como colateral para préstamos antes de finales de 2025, ampliando su práctica actual de aceptar ETFs de criptomonedas como garantía elegible.
Los analistas sostienen que los movimientos de JPMorgan crearán un efecto dominó beneficioso para exchanges que proveen servicios de custodia y ejecución. Owen Lau de ClearStreet señala que la entrada del banco «legitimará aún más las criptomonedas y aumentará los canales de distribución», creando nuevas oportunidades para el sector.
La estrategia de JPMorgan en el ecosistema cripto
Para Coinbase, hay un beneficio directo: el despliegue de JPMD en Base canaliza flujos institucionales a través de su ecosistema y refuerza el papel potencial de Coinbase Prime en la ejecución de operaciones y custodia. Los propios analistas de JPMorgan han mejorado la calificación de Coinbase a Overweight, citando oportunidades de monetización vinculadas a la actividad relacionada con Base.
Bullish también está estratégicamente posicionado para capturar volumen institucional con su oferta de bajo costo enfocada en instituciones. Algunos analistas proyectan que Bullish podría alcanzar aproximadamente el 8% del mercado institucional spot de EE.UU. para 2027, con ingresos cercanos a $377 millones, según señala Ed Engel de Compass Point.
A pesar de estos beneficios, existe una presión competitiva real. La legitimidad regulatoria de los bancos y la confianza de sus clientes podrían atraer un flujo significativo de órdenes minoristas y trading spot de bajo riesgo hacia instituciones tradicionales, según advierte el analista Keneabasi Umoren.
Esta presión está impulsando a las firmas nativas de cripto a reorientar sus estrategias hacia la infraestructura de mercado o «plomería»: proporcionar custodia, liquidez, precios, enrutamiento y ejecución de derivados para contrapartes institucionales, en lugar de competir exclusivamente por la cuota de mercado minorista.
