Cipher Mining anunció un cambio de rumbo: deja de minar Bitcoin para ofrecer infraestructura de inteligencia artificial. La decisión llevó a Canaccord Genuity a subir su precio objetivo a 16 dólares y a Rosenblatt a 14, mientras el consenso de MarketBeat se mantiene más bajo. El giro incluye un contrato de diez años para servicios de computación de alto rendimiento (HPC), financiación externa y la entrada de Google como accionista, con impacto para inversores en mineras, operadores de centros de datos y proveedores de infraestructura para IA.
Cipher firmó un contrato de colocación de diez años con Fluidstack por 3.000 millones de dólares, acompañado por una aportación de 1.400 millones de Google para respaldar los pagos de Fluidstack y la adquisición del 5,4 % del capital de Cipher. De forma paralela, la compañía emitió 1.100 millones en notas convertibles para ampliar centros de datos orientados a cargas de IA y HPC, consolidando la transición hacia servicios de infraestructura.
El cambio de rumbo de Cipher: impacto de lleno en el mercado de infraestructura IA
HPC se refiere a los clusters de servidores diseñados para hacer cálculo intensivo, que también son utilizados en el entrenamiento e inferencia de modelos de IA. Esto es sumamente importante ya que se trata de un mercado que demanda capacidad energética, espacio y eficiencia operativa, capacidades que Cipher busca ofrecer al abandonar la minería de Bitcoin.
La reacción del mercado y los analistas refleja una amplia dispersión: Canaccord fijó el objetivo en 16 dólares y Rosenblatt en 14, mientras que MarketBeat recoge un rango medio entre 6,31 y 7,63 dólares, evidenciando distintas lecturas sobre el potencial y los riesgos de ejecución del nuevo modelo.
El contrato y la financiación transforman el negocio de Cipher: deja de generar bitcoins con ASIC para alquilar espacio y energía a cargas de IA. Los ingresos dependerán de que Fluidstack aumente el uso y cumpla el contrato, mientras que la presencia de Google actúa como respaldo en el esquema financiero.
Por su parte, Fluidstack debe desplegar y monetizar servicios HPC a gran escala, y Cipher debe adaptar instalaciones y contener costes. Las notas convertibles de 1.100 millones implican riesgo de dilución y deuda hasta 2031, un punto crítico señalado por analistas.
El movimiento impacta a quienes invierten en acciones de mineras, operadores de centros de datos y proveedores de infraestructura para IA, ya que reconfigura la exposición sectorial y la sensibilidad a la demanda de computación.
El próximo punto de control será la puesta en marcha y venta de capacidad HPC en la planta Barber Lake y el cumplimiento del plan de financiación. Su desenlace determinará si las valoraciones altas, como la de Canaccord, se sostienen en el tiempo.