Larry Fink afirma que la tokenización desencadenará una reestructuración estructural de las finanzas comparable a la desregulación de los años 70, impulsada por liquidaciones más rápidas, propiedad fraccionada y activos programables. La tokenización es la conversión de activos del mundo real en tokens digitales que pueden negociarse y liquidarse en libros contables blockchain.
Fink plantea la tokenización como el desagregado digital de los activos que elimina intermediarios y reduce la fricción en las transacciones, acelerando la velocidad del capital y la liquidez. La técnica permite la propiedad fraccionada —convertir un activo de alto valor e ilíquido en porciones negociables— e incorpora reglas y automatización mediante contratos inteligentes, una forma de finanzas programables que puede automatizar el cumplimiento normativo, los pagos condicionados y la distribución de dividendos o intereses. Esta combinación pretende acortar los ciclos de liquidación de días a transferencias casi instantáneas y reducir los costos de conciliación manual.
Un resultado práctico es un acceso más amplio a clases de activos históricamente limitadas a instituciones o inversores pudientes. Al reducir los mínimos y permitir el comercio transfronterizo, la tokenización amplía el universo invertible y ofrece nuevos canales de diversificación de cartera tanto para clientes minoristas como institucionales.
Cómo la tokenización reestructura los mercados
BlackRock está construyendo activamente infraestructura y desplegando capital detrás de la tesis. La firma administra aproximadamente $13.46 trillion en activos y ha desarrollado tecnología de tokenización propietaria bajo la dirección de Fink. BlackRock lideró una ronda de financiación estratégica de $47 million en una plataforma de tokenización y ha señalado la exploración de la tokenización de su línea de ETF y de otros grandes conjuntos de activos.
Su BlackRock USD Institutional Digital Liquidity Fund (BUIDL), lanzado en March 2024, se convirtió en uno de los mayores fondos de mercado monetario tokenizados con $2.8 billion bajo gestión. También se informa que BlackRock planea un fondo de tesorería en blockchain de $150 billion para aplicar la tokenización a escala. Joseph Chalom, responsable global de Strategic Ecosystem Partnerships de BlackRock, describió la inversión en Securitize como «otro paso en la evolución de nuestra estrategia de activos digitales», subrayando un enfoque deliberado de ecosistema.
La firma está colaborando con otros gestores de activos, incluidos Apollo, Hamilton Lane, KKR y VanEck, en fondos tokenizados, lo que señala una coordinación general de la industria más que un experimento en solitario.
Fink ha instado a los reguladores a proporcionar reglas más claras y ha pedido a la SEC que «apruebe rápidamente» bonos y acciones tokenizados, señalando que la certeza regulatoria es esencial para la adopción institucional. En ausencia de un marco de apoyo, los beneficios tecnológicos —liquidaciones más rápidas, cumplimiento integrado y mayor liquidez— pueden seguir estando condicionados por la incertidumbre legal y operativa.
El impulso de BlackRock combina diseño tecnológico, inversiones estratégicas y experimentos con fondos a gran escala para acelerar la tokenización; el éxito depende de la claridad regulatoria y la interoperabilidad de la infraestructura.
