BNB ha aguantado mejor que la mayoría mientras el mercado baja. Se puede atribuir esa resistencia a tres factores: movimiento dentro del ecosistema Binance, reducción de oferta por quemas y elevada actividad en la red. Traders, tesorerías y protocolos DeFi buscan activos que sirvan para algo más que apostar; BNB cubre ese uso.
El soporte nace de la integración con Binance, de las quemas y del tráfico diario. BNB dejó de ser solo un cupón de descuento: ahora paga gas, se stakea y da acceso a Launchpads en BNB Chain.
El uso creció un 57% entre trimestres; en un mes se contabilizaron 403 millones de transacciones y 58 millones de direcciones activas. Esas cifras muestran que la red necesita el token para funcionar.
Cada trimestre se quema una parte ligada al volumen de trading y, además, las tarifas de gas se queman en tiempo real. Ambos mecanismos retiran tokens de la circulación y empujan la oferta hacia abajo.
Fondos y empresas han empezado a guardar BNB en tesorerías y a usarlo para gestionar liquidez, lo que añade legitimidad.
Las principales causas del soporte de BNB ante la baja del mercado
Una de las principales causas por las que BNB pudo superar la baja del mercado, es que para operar en BNB Chain se requiere el token, así que la demanda no depende solo de apuestas.
También se debe a que la presión sobre la oferta, permitió que las quemas periódicas disminuyen la cantidad en circulación y apuntalan el precio. Al entrar en balances corporativos, la volatilidad puede bajar frente a altcoins sin función.
En un episodio reciente, BNB bajó un 8,5 % mientras Ethereum caía más del 20 %; en otro, subió un 1,5 % cuando BTC y ETH caían. Ese comportamiento convierte al token en referencia para carteras que necesitan activos operativos.
La resistencia de BNB proviene de que sirve para operar, de que parte de la oferta desaparece y de que la red se usa. Esos factores amortiguan las caídas generales. Próximo hito verificable: la quema trimestral ajustada al volumen de trading seguirá marcando el ritmo de reducción de oferta.