BitMine compró 96.798 ETH en una nueva acumulación que la empresa enmarcó como una apuesta táctica por la actualización del protocolo de Ethereum y un esperado giro en la política monetaria de EE. UU. El movimiento posiciona a BitMine por delante de la activación de Fusaka y refleja una asignación impulsada por factores macro hacia ETH.
La compra reciente de BitMine forma parte de un ritmo de adquisición acelerado que la firma vinculó a dos catalizadores: una actualización programada de la red y un cambio anticipado en la política de la Reserva Federal. El tesoro de ETH de la empresa ahora suma 3.730.000 tokens, valorizados en aproximadamente $10.5 mil millones. Tom Lee argumentó que la empresa aumentó las compras porque una Fed más acomodaticia —esperada a detener el ajuste cuantitativo y moverse hacia recortes de tasas en diciembre— crearía un trasfondo de liquidez favorable para activos de riesgo como ETH.
La firma reconoció pérdidas no realizadas en la posición, pero enmarcó la acumulación como una jugada estratégica a largo plazo en lugar de una operación a corto plazo. Los analistas citados atribuyen escenarios alcistas a la narrativa impulsada por la actualización, que la firma dice justifica mantener y ampliar su exposición, vinculando la liquidez macro y el riesgo por duración a una tesis impulsada por la tecnología para la apreciación del valor.
Acumulación de BitMine y justificación macro
La actualización Fusaka está programada para activarse el 3 de dic. de 2025 y agrupa un conjunto de cambios de protocolo destinados a mejorar la escalabilidad, la eficiencia del estado y la economía de los rollups. Dos innovaciones principales bajo Fusaka son Peer Data Availability Sampling (PeerDAS) y Verkle Trees.
Fusaka también eleva el límite de gas por bloque de 45 millones a 150 millones de unidades, un cambio destinado a ampliar el ancho de banda on‑chain y soportar un mayor flujo de datos. Se proyecta que la actualización reduzca los costos de transacción en Layer‑2 entre un 30–60% y acelere la finalización de transacciones por un factor estimado de 3–5, según el resumen de la firma sobre los cambios del protocolo.
Esas mejoras se presentan como impulsores estructurales de valor que podrían aumentar la actividad on‑chain, reducir la fricción para la tokenización y aligerar la operación de nodos mediante el soporte para clientes sin estado.
Los participantes del mercado citados por la firma ven a Fusaka y a una Reserva Federal más acomodaticia como un caso combinado para un ETH más alto. Algunos analistas proyectaron rangos objetivo de $4.200 para finales de 2025 y $7.800 para marzo de 2026, enmarcando el escenario de actualización más liquidez como el mecanismo clave de precio.
La compra de BitMine enmarca la activación de Fusaka de Ethereum (3 de dic. de 2025) y la ventana de política de diciembre de la Reserva Federal como los hitos inmediatos a observar.
