El 21 de noviembre de 2025, los mercados digitales presenciaron un abrupto flash crash de Bitcoin en la plataforma de intercambio Hyperliquid. Este evento provocó un desplome de 3.052 dólares en apenas un minuto, llevando el precio desde 83.307 hasta 80.255 dólares, antes de recuperarse.
Por otro lado, la mecánica del colapso fue acelerada por características técnicas específicas de la bolsa, como su sistema de emparejamiento ultra-rápido. Asimismo, cinco cuentas institucionales con posiciones cercanas a los 10 millones de dólares fueron liquidadas casi instantáneamente durante el caos operativo. Los registros confirman que la mayor liquidación individual alcanzó la cifra de 36,78 millones de dólares, creando un efecto dominó devastador en la plataforma. Por lo cual, la combinación de ejecución veloz y alto apalancamiento generó un bucle de retroalimentación negativa inmediato.
Asimismo, este incidente no ocurrió de manera aislada dentro del ecosistema financiero, sino en un contexto de fragilidad global. Coincidió con un drenaje masivo de posiciones, estimándose liquidaciones totales por aproximadamente 1.700 millones de dólares en diversos activos digitales. Además, los ETFs de Bitcoin en EE.UU. registraron salidas netas superiores a 900 millones de dólares, añadiendo una presión significativa sobre la liquidez disponible del mercado. De este modo, el índice de Miedo y Codicia cayó a 11, entrando en territorio de «miedo extremo».
¿Representan estos fallos sistémicos una amenaza real para la estabilidad institucional futura?
Este episodio resalta la tensión estructural existente entre la eficiencia operativa de las bolsas y los riesgos sistémicos acelerados. Las plataformas diseñadas para máxima velocidad permiten grandes volúmenes, pero pueden exponer a los participantes a micro-crisis de alcance local. Por ende, el apalancamiento excesivo y la ejecución instantánea pueden magnificar movimientos menores, convirtiéndolos en eventos de liquidación de gran magnitud e impacto. Esto plantea dudas sobre si los mercados hiper-optimizados requieren nuevos límites de seguridad para proteger al usuario.
También el contexto macroeconómico global contribuyó a la inestabilidad, con el índice MSCI All Country World perdiendo más del 3%. Las dudas sobre las valoraciones vinculadas a la inteligencia artificial y las tasas de interés afectaron el sentimiento general. Sin embargo, la rápida recuperación del precio sugiere que la demanda subyacente permanece vigente a pesar de los shocks de liquidez temporales experimentados durante la jornada.
Finalmente, la atención se centra ahora en las reacciones operativas de Hyperliquid y los flujos de capital en las próximas 48 horas. Será crucial observar si se implementan cambios en la gestión de riesgos para evitar repeticiones de estos fallos técnicos. El evento sirve como un recordatorio potente sobre la naturaleza compleja y volátil de las criptomonedas, incluso en su fase de mayor madurez y adopción institucional.
