Bitcoin (BTC) cotizaba en torno a los $103.744 este 6 de noviembre de 2025. El activo líder consolida su dominio en el mercado. Sin embargo, este movimiento ha provocado un desempeño dispar de las altcoins, con muchos tokens sufriendo presión de venta. Los operadores, según datos del mercado, están intensificando las estrategias de cobertura (hedging) para limitar pérdidas.
La estabilidad de Bitcoin por encima del nivel de $103.000 ha concentrado el capital en el activo principal. Esto genera un sesgo de «risk-off» (aversión al riesgo) en el sector. No obstante, hubo excepciones notables. XRP registró una subida diaria del 4%. ZCash (ZEC) mostró una fortaleza impresionante, con un alza del 20% en la jornada y un acumulado de casi 1.100% en 90 días.
Este desempeño dispar de las altcoins ilustra la madurez del mercado. Ya no todos los activos se mueven al unísono. Ethereum, por ejemplo, mostró fortaleza en mayo pasado (+47%) frente a Bitcoin (+9%). La actual consolidación de BTC coexiste con ciclos propios de activos selectos. Por ende, los inversores institucionales adoptan una gestión de riesgo más sofisticada.
¿Es esta gestión de riesgo institucional suficiente para evitar un colapso sistémico?
Los traders sofisticados están recurriendo activamente a los derivados. Utilizan opciones de venta (puts) y futuros para fijar pisos de valor en sus carteras. Las stablecoins se usan como refugio temporal. Asimismo, la participación institucional ha crecido. La asignación media a cripto subió al 7% del AUM en 2025, frente al 6% de 2024. Firmas como Qube y Virtu ahora contratan traders 24/7 para gestionar esta volatilidad permanente.
La coexistencia de un Bitcoin fuerte y altcoins débiles eleva la demanda de productos estructurados y derivados. Sin embargo, esto también introduce un riesgo. Una concentración excesiva de coberturas apalancadas podría amplificar caídas, como el crash del 11 de octubre que eliminó $19 mil millones en apalancamiento. Los inversores vigilarán de cerca los vencimientos de opciones. La blockchain sigue madurando, pero la liquidez de las altcoins se ve condicionada en momentos de estrés.
