El mercado de activos digitales sufrió un duro golpe este martes, profundizando la corrección del precio de Bitcoin por debajo de la barrera psicológica de los 90.000 dólares. Shiliang Tang, socio gerente de Monarq Asset Management, señaló que la disminución de probabilidades de recortes de tasas impacta negativamente. Este movimiento bajista elimina las ganancias acumuladas durante 2025, generando preocupación generalizada.
Los datos financieros revelan una caída del 2,4% en la jornada del martes, extendiendo el retroceso desde el récord de 126.000 dólares alcanzado principios de octubre. Asimismo, los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin registraron salidas netas de aproximadamente 2.800 millones de dólares solo en noviembre. Por otra parte, las liquidaciones en el mercado de derivados ascendieron a 950 millones de dólares en las últimas 24 horas, afectando posiciones largas y cortas.
¿Están los inversores institucionales preparándose para una caída hacia los 80.000 dólares?
Este escenario negativo surge en medio de vientos económicos en contra, incluyendo dudas renovadas sobre la política de tasas de interés de la Reserva Federal. Además, la corrección del precio de Bitcoin responde a la incertidumbre generada por los planes arancelarios del presidente Donald Trump. El mercado reevalúa el riesgo, ya que las probabilidades de un recorte de tasas en diciembre han caído por debajo del 50%, fortaleciendo la postura conservadora de los inversores.
Por otro lado, los operadores de opciones están apostando por pérdidas más profundas, con una demanda creciente de protección en los niveles de 85.000 y 80.000 dólares. De este modo, empresas con tesorerías digitales como Strategy Inc. enfrentan una presión significativa, obligadas a reevaluar sus posiciones ante la devaluación de sus tenencias. Esta tendencia sugiere que el apetito por el riesgo ha disminuido drásticamente, afectando la valoración general del sector de las criptomonedas y activos especulativos.
Nick Ruck, director de LVRG Research, anticipa que la volatilidad persistirá durante los próximos meses, mientras las instituciones ajustan sus proyecciones de cartera por factores macro globales. Sin embargo, los compradores a largo plazo podrían ver este descenso actual como una oportunidad estratégica de entrada, a pesar de que el comercio minorista ha frenado su participación. El mercado permanece atento a si el activo logrará consolidarse o buscará nuevos mínimos anuales.
