Bitcoin cayó por debajo de $87.000 en medio de un aumento del miedo en el mercado y un choque entre señales técnicas bajistas y la continua compra institucional. El Crypto Fear & Greed Index se ubicó en 16–17, marcando «miedo extremo», intensificando el debate sobre si la caída señala un colapso mayor o una oportunidad de compra.
El ambiente a corto plazo en cripto es marcadamente negativo. El ampliamente seguido Crypto Fear & Greed Index cayó a aproximadamente 16–17, una lectura típicamente asociada con pánico extremo entre inversores. Al mismo tiempo, se ha formado un «death cross», con la media móvil de 50 días cruzando por debajo de la de 200 días; ese patrón coincidió recientemente con un mínimo local cerca de $80.000 el 21 de nov. y es una señal que los traders observan por una posible debilidad prolongada.
Los participantes del mercado también señalan un evento significativo de liquidación en octubre como un factor que amplificó la presión vendedora y redujo la liquidez. Algunos analistas veteranos interpretan el panorama técnico como evidencia de una corrección más profunda, con un destacado pronosticador advirtiendo de una posible bajada hasta $25.000. Estas opiniones subrayan el riesgo de que las posiciones apalancadas sufran pérdidas importantes; el apalancamiento amplifica tanto ganancias como pérdidas y puede acelerar la volatilidad durante las ventas masivas.
Demanda institucional de Bitcoin y pronósticos divergentes
Contrarrestando la narrativa técnica bajista, los flujos institucionales siguen siendo visibles. Una compra de Bitcoin por cerca de $1.000 millones por parte de MicroStrategy —descrita como la mayor de la compañía desde julio— se cita como evidencia de la persistente convicción institucional, sustentando la interpretación de un «reinicio saludable» con potencial de acumulación para inversores a largo plazo.
Las proyecciones de los analistas divergen marcadamente. Algunos modelos pronostican un rebote hacia $135.000, mientras que escenarios alcistas se extienden hasta $200.000 para el cierre de 2025. La coexistencia de grandes compras institucionales y de indicadores técnicos bajistas ha creado un mercado polarizado: los traders enfocados en el riesgo enfatizan el death cross y los eventos de liquidez; los asignadores señalan la demanda constante de compradores corporativos e institucionales.
El impacto para los participantes del mercado es práctico. Para los traders, la configuración actual aumenta la relevancia de la gestión del riesgo y el dimensionamiento de posiciones dado el potencial de movimientos rápidos. Para los holders a más largo plazo, el episodio plantea preguntas sobre el momento de entrada y la persistencia de la acumulación institucional como mecanismo de soporte.
