En el mundo de la minería de Bitcoin, una reciente sacudida ha cambiado el paisaje habitual: Antpool, vinculado a Bitmain, ha alcanzado el primer puesto como la pool minera más grande en términos de bloques mensuales minados.
Este hito marca un cambio significativo, ya que desde principios de 2022, Foundry USA había mantenido firmemente esta posición gracias al auge de las operaciones mineras en América del Norte tras la represión en China en 2021.
El ascenso de Antpool no ha sido súbito, sino más bien un avance constante. Aunque siempre se mantuvo en la segunda posición, su hashrate comenzó a estrechar la brecha con Foundry USA a partir de junio del año en curso.
Este incremento ha coincidido con Bitmain, la empresa matriz, enviando más de 4,800 toneladas métricas de Antminer S19XP y S19XP Hydro a su subsidiaria en Georgia entre junio y noviembre.
Estos envíos combinados se estiman en un hashrate superior a los 37 EH/s.
La distribución y activación precisa de este hashrate importado de Bitmain siguen siendo un misterio
Las acciones recientes de Bitmain, como la suspensión temporal de los pagos a sus empleados en octubre debido a métricas de desempeño insatisfactorias en los sitios de minería, sugieren que la empresa podría haber estado desplegando estos mineros para su propio beneficio.
Resulta intrigante observar que, a pesar de liderar en términos de bloques minados, los datos muestran que el hashrate en tiempo real reportado por Antpool ha permanecido consistentemente detrás del de Foundry USA en los últimos tres meses.
Esta discrepancia plantea interrogantes sobre si se debe a variaciones en la suerte en la minería o si hay algún error en el registro del hashrate en tiempo real de Antpool.
Este cambio en la cima de la minería de Bitcoin subraya la constante evolución y la competitividad dentro de este sector.
Mientras Antpool toma la delantera, quedan preguntas sin respuesta sobre cómo se han desplegado exactamente estos recursos de minería y si habrá más cambios en el horizonte.
Algunas dudas aún rodean este nuevo orden, dejando un margen para la especulación y la vigilancia en la comunidad cripto.