La tasa de hash de Bitcoin ha caído alrededor de un 4 %, el descenso más pronunciado desde 2024, y muchos analistas interpretan esta capitulación de mineros como una señal contraria que podría indicar un punto de inflexión para el precio de BTC.
El poder de cómputo total dedicado a asegurar la red de Bitcoin —conocido como tasa de hash (hash rate)— ha descendido aproximadamente un 4 % en los últimos 30 días, marcando la caída más significativa desde abril de 2024. Esta reducción refleja una creciente presión económica sobre los mineros, que enfrentan menores márgenes de ganancia debido a precios más bajos de BTC, mayores costos operativos y cambios en la asignación de energía, como el apagado de equipos en regiones como Xinjiang, China.
Este fenómeno se describe como capitulación de mineros, un proceso en el cual las operaciones menos rentables se desconectan porque sus ingresos ya no cubren los costos de electricidad y mantenimiento. Aunque una disminución de la tasa de hash puede parecer negativa para la seguridad de la red a corto plazo, varios analistas ven en este patrón un indicador contrarian con implicancias potencialmente alcistas para el mercado de Bitcoin.
La caída de la tasa de hash de Bitcoin y un posible cambio de ciclo
Según datos históricos analizados por firmas como VanEck, periodos en los que el hash rate ha caído durante un mes completo han antecedido rendimientos positivos de Bitcoin en los siguientes 90 días aproximadamente 65 % de las veces, comparado con un 54 % cuando la tasa de hash estaba subiendo. A más largo plazo, cuando la caída persiste por 90 días, los retornos positivos en seis meses han ocurrido alrededor del 77 % de las veces, con ganancias promedio sustanciales.
El contexto actual combina esta caída técnica con un entorno de precios más débil: Bitcoin ha perdido terreno desde sus máximos históricos recientes, lo que ha comprimido los márgenes de los mineros y acelerado la desconexión de máquinas menos eficientes. Esto ha empujado a muchos operadores a cerrar instalaciones, reduciendo temporalmente la demanda de potencia computacional en la red.
A pesar de la presión, el reporte de VanEck sugiere que estos periodos de capitulación no necesariamente presagian prolongados mercados bajistas. Más bien, suelen ocurrir cerca de fondos de ciclo, cuando la venta frenética ha agotado a los participantes menos resistentes y abre paso a condiciones de mercado más equilibradas.
No obstante, la capitulación también implica desafíos: algunos mineros menores podrían desaparecer, y sólo los operadores mejor financiados y eficientes podrían seguir asegurando la red a largo plazo. Analistas advierten que, aunque la capitulación puede señalar un fondo técnico, factores macroeconómicos y de precios siguen siendo determinantes para la evolución del mercado.
