JPMorgan Chase está explorando el lanzamiento de negociación de criptomonedas para clientes institucionales, un cambio estratégico. El movimiento —que evalúa la negociación al contado (spot) y de derivados dentro de su división de mercados— responde al aumento de la demanda institucional y a un panorama regulatorio estadounidense más claro, y podría remodelar el acceso a activos digitales liderado por bancos.
El banco está evaluando diversos factores antes de decidir si ofrecerá negociación al contado y de derivados de criptomonedas a instituciones. JPMorgan ya ha avanzado en servicios relacionados: planea un programa global que permitirá a clientes institucionales pignorar Bitcoin (BTC) y Ether (ETH) como garantía de préstamos para finales de 2025. Esto se basa en una decisión anterior de aceptar ETF de cripto como colateral.
JPMorgan también está experimentando con la tokenización y tokens internos. Los proyectos incluyen la tokenización de activos en la blockchain de Solana y un piloto de un token de depósito propietario, JPMD, en la red Base de Coinbase.
Los analistas de JPMorgan han expresado una perspectiva alcista a largo plazo sobre Bitcoin, proyectando que podría superar al oro en la segunda mitad de 2025 y desafiar el dominio del oro para 2026, con un objetivo de precio para fin de 2025 de $126.000. Los analistas también advierten sobre una posible volatilidad a corto plazo impulsada por traders nativos de cripto.
Cómo podría afectar al mercado el impulso de JPMorgan por la negociación cripto
Si JPMorgan ofrece negociación institucional, las implicaciones inmediatas para el mercado incluirían cambios en la liquidez, los flujos de cobertura y la posicionamiento en derivados. Introducir negociación al contado y de derivados dentro de la mesa de mercados de un banco importante puede aumentar la participación institucional, ampliar las contrapartes para operaciones de bloque y afectar la concentración del interés abierto.
Aceptar BTC y ETH como colateral puede liberar capacidad de balance para los clientes, lo que potencialmente impulsaría los flujos de financiación hacia activos digitales.
Para los traders, las consideraciones prácticas son los controles de riesgo y los costes de cobertura. Un acceso institucional más amplio tiende a aumentar la demanda de custodia regulada y derivados liquidados en cámaras, lo que puede comprimir el basis y reducir las fricciones de financiación. Al mismo tiempo, un mayor apalancamiento y la presencia de participantes nativos de cripto pueden amplificar la volatilidad a corto plazo, un factor que los analistas de JPMorgan señalaron explícitamente.
Operativamente, la decisión del banco dependerá de la claridad supervisora y de los marcos internos de riesgo. El despliegue de préstamos garantizados para fin de año representa un siguiente paso verificable que pondrá a prueba las integraciones de custodia y los protocolos de valoración de colateral.
La exploración de JPMorgan sobre la negociación institucional de cripto marca una expansión mesurada de servicios motivada por la demanda de clientes y los desarrollos regulatorios.
