El Banco Central Europeo planea permitir liquidaciones on-chain a partir de 2026, en paralelo en Bruselas se debate sobre el marco legal del euro digital. La iniciativa busca modernizar pagos y ofrecer una capa de liquidación soberana, mientras los legisladores presionan sobre la privacidad y los riesgos de desintermediación bancaria.
El trabajo a nivel técnico del BCE para lograr un euro digital está casi completo, incluyendo un reglamento del esquema y la selección de proveedores de servicios clave. El miembro de la Junta Ejecutiva Piero Cipollone señaló que el BCE tiene la intención de “hacer posible la liquidación de transacciones basadas en DLT en dinero de banco central el próximo año”, marcando un movimiento para integrar la Tecnología de Registro Distribuido con la infraestructura del banco central.
El banco persigue un enfoque de doble vía: un piloto a corto plazo para vincular plataformas DLT con los servicios TARGET existentes (Project Pontes) y un programa a largo plazo para construir un ecosistema integrado de activos digitales (Project Appia). Estos esfuerzos buscan proporcionar una capa de liquidación sin riesgo para activos tokenizados y reducir la dependencia de redes de liquidación privadas o extranjeras.
La adopción depende del acuerdo entre el Parlamento, la Comisión y el Consejo; el Consejo ha fijado su posición negociadora y el BCE espera legislación para el segundo trimestre de 2026. Si se promulga en ese plazo, las transacciones piloto podrían comenzar a mediados de 2027 y la emisión completa seguiría siendo posible hacia 2029 tras tres años de pruebas de infraestructura.
La privacidad es central en el debate. El BCE propone funciones offline destinadas a imitar el anonimato del dinero en efectivo para pagador y beneficiario mediante el almacenamiento local en el dispositivo y elementos seguros, mientras que las transacciones en línea usarían seudonimización para que el Eurosistema no identifique a las personas.
Hoja de ruta técnica del BCE y proyectos piloto
Los legisladores, citando preocupaciones más amplias sobre la vigilancia estatal y recientes iniciativas de datos de la UE, se mantienen escépticos y han señalado riesgos de desplazamiento de depósitos desde los bancos comerciales; el BCE ha propuesto límites de tenencia y no dar interés al euro digital para limitar la desintermediación.
Una capa de liquidación en DLT garantizada por el banco central podría alterar la custodia, la finalidad de la liquidación y la liquidez transfronteriza. Un medio de liquidación sin riesgo reduce el riesgo de liquidación entre contrapartes y podría comprimir el basis y los diferenciales de financiación en mercados tokenizados. También puede cambiar las prácticas de cobertura y margen si los tiempos de liquidación post-negociación se acortan y mejora la interoperabilidad con los servicios TARGET.
La fragmentación de la tokenización es una preocupación declarada del BCE; una capa común de liquidación pretende mitigar la fragmentación, pero el papel evolutivo de los bancos comerciales en la distribución y las comprobaciones AML afectará a la intermediación crediticia y a la liquidez de depósitos a corto plazo.
