Dogecoin enfrenta una tendencia a la baja persistente a pesar del reciente lanzamiento de varios ETFs en los mercados públicos. Esta contradicción entre la legitimidad institucional que aportan los ETFs y el deterioro técnico del precio ha generado un panorama incierto para los inversores, quienes observan volúmenes de debut modestos y actividad irregular de grandes tenedores frente a una continua presión vendedora.
La trayectoria de Dogecoin muestra una clara tendencia bajista desde finales de 2024, caracterizada por máximos y mínimos cada vez más bajos. En las sesiones recientes, el token ha sufrido caídas de aproximadamente 3% intradía y cerca de 8.90% mensual, rompiendo repetidamente soportes psicológicos importantes cerca de los $0.18 y $0.15, llegando incluso a tocar brevemente el área de $0.14 (nivel de Fibonacci 0.786). El mercado también experimentó un flash crash extremo del 50%, aparentemente vinculado a factores macroeconómicos como anuncios de aranceles.
El comportamiento de las grandes carteras ha sido inconsistente. Se han reportado episodios de acumulación significativa —aproximadamente 200 millones de monedas adquiridas en 48 horas y una compra de 480 millones de DOGE (unos $71.8 millones) por carteras importantes— junto con eventos de liquidación masiva, incluida una venta de $440 millones por tenedores de rango medio que intensificó las caídas. Los volúmenes de operaciones han disminuido: el volumen spot diario cayó cerca de 29% hasta $1.27 mil millones, mientras que el de futuros bajó 8.73% hasta $3.35 mil millones, indicando que los ETFs aún no han generado un aumento consistente en la liquidez.
El debut de los ETFs de Dogecoin
Una serie de ETFs spot de Dogecoin llegó al mercado a finales de 2025, creando una narrativa institucional a pesar de la debilidad en los precios. Un primer producto utilizó una vía regulatoria bajo el Investment Company Act of 1940 para comenzar a cotizar a mediados de septiembre. Posteriormente siguieron lanzamientos relevantes: GDOG de Grayscale empezó a cotizar el 24 de noviembre de 2025 y BWOW de Bitwise el 26 de noviembre; mientras tanto, TDOG de 21Shares está listado en la DTCC y espera la aprobación regulatoria final.
Los resultados iniciales han sido dispares. El primer ETF en EE.UU. superó las expectativas con casi $6 millones en la primera hora y hasta $17 millones en total, frente a proyecciones de analistas de aproximadamente $2.5 millones. En contraste, GDOG de Grayscale decepcionó con aproximadamente $1.4 millones en volumen del primer día (muy por debajo de la proyección de Bloomberg de $11-12 millones) y registró cero entradas netas. Los pronósticos alcistas de los analistas, que van desde un repunte del 96% hasta más del 200% con objetivos de $0.55 para finales de 2025 o $1.73 en 2026, dependen de una demanda institucional sostenida que todavía no se ha materializado.
Los reguladores han aprobado estructuras de ETF, pero los prospectos destacan riesgos estructurales importantes, particularmente la oferta no limitada de Dogecoin como factor que podría afectar su valor a largo plazo. El fenómeno conocido como «Gran Filtración» observado en recientes lanzamientos de ETF sugiere que los flujos institucionales hacia los principales ETF de criptomonedas pueden producir poco beneficio para las altcoins, un riesgo al que Dogecoin permanece especialmente expuesto debido a su volatilidad característica y la concentración de tenedores.
La era de los ETF confiere cierto grado de legitimidad a Dogecoin, pero hasta ahora no ha logrado frenar su deterioro técnico.
