El panorama electoral británico se ha visto sacudido tras revelarse que el partido Reform UK recibió 12 millones de dólares de un inversor clave, avivando el debate sobre las donaciones políticas de criptomonedas. Según cifras recientes de la Comisión Electoral citadas por la BBC este jueves, Christopher Harborne ha realizado el mayor regalo político individual en la historia moderna de Gran Bretaña.
La inyección de capital, que asciende a 9 millones de libras esterlinas, llega en un momento estratégico, apenas unos meses antes de las elecciones locales programadas para mayo. Harborne, un ciudadano británico residente en Tailandia y autodenominado «nómada digital», supera con esta cifra el récord anterior de 10,7 millones de dólares establecido por Lord David Sainsbury en 2019.
Este movimiento financiero masivo fortalece significativamente a Reform UK, un partido que actualmente lidera las encuestas de opinión nacionales con un apoyo estimado del 27%, superando ampliamente a los partidos tradicionales como el Laborista y el Conservador, que se mantienen por debajo del umbral del 20%.
Por otro lado, la controversia rodea al donante debido a sus profundos lazos con el ecosistema de activos digitales. Harborne posee una participación de casi el 13% en Tether, la compañía emisora de la stablecoin USDT, y en Bitfinex, una posición derivada de compensaciones tras un hackeo en 2016.
Aunque el inversor asegura no tener roles ejecutivos, su figura cobró relevancia tras presentar una demanda por difamación contra The Wall Street Journal. El diario lo había acusado erróneamente de facilitar actividades ilícitas y lavado de dinero, acusaciones que Harborne refutó enérgicamente, logrando que se eliminaran las referencias a su persona en los artículos citados.
¿Podrá la nueva legislación frenar la influencia del capital cripto en la política británica?
Este flujo de efectivo ocurre justo cuando el gobierno del Reino Unido evalúa prohibir las donaciones políticas de criptomonedas bajo el nuevo Proyecto de Ley de Elecciones. La propuesta busca fortalecer la confianza pública y endurecer las normas de financiación, cerrando el paso a contribuciones que los reguladores consideran de alto riesgo o difíciles de rastrear. Reform UK, desafiando esta tendencia regulatoria, se convirtió este año en el primer partido en aceptar oficialmente donaciones en criptoactivos, posicionándose como una entidad favorable a la innovación financiera frente a un escrutinio gubernamental cada vez más estricto.
Para el mercado y el sector, esta alineación entre grandes inversores de la industria y fuerzas políticas emergentes podría señalar un cambio en el lobby criptográfico. Si Reform UK consolida su poder, podría abogar por un marco regulatorio más amigable para empresas como Tether, contrastando con la postura restrictiva actual. A medida que se acercan los comicios, la interacción entre el capital privado proveniente de la tecnología blockchain y la regulación estatal será un tema definitorio, donde el resultado de las urnas podría validar o frenar la integración de las finanzas digitales en la esfera pública.
