BNP Paribas se ha unido a un consorcio de bancos europeos que lanza una nueva empresa para anclar el euro en el mercado de stablecoins. La iniciativa, llamada Qivalis, busca reforzar la autonomía monetaria europea y ofrecer una alternativa regulada y respaldada por bancos frente a las stablecoins vinculadas al dólar.
Qivalis es una compañía con sede en Ámsterdam formada por diez grandes bancos europeos, entre ellos BNP Paribas, ING y CaixaBank. El consorcio planea aprovechar las redes de clientes combinadas y la infraestructura de pagos heredada de sus miembros para priorizar flujos de pago de empresa a empresa, tesorería corporativa y liquidación de la cadena de suministro, con emisión y distribución directa canalizada a través de los bancos participantes y sus plataformas.
La estrategia comercial da prioridad a la integración institucional antes que a una adopción cripto dirigida al mercado minorista. Este enfoque enfatiza la liquidez institucional y la conectividad basada en API para proveedores financieros tecnológicos de terceros con el fin de acelerar la adopción entre clientes corporativos.
Jan‑Oliver Sell, anteriormente ejecutivo en Coinbase Germany, ha sido designado para dirigir Qivalis. Su nombramiento se presenta como un puente entre la experiencia en ledger distribuido y las operaciones bancarias tradicionales, con la intención de alinear el desarrollo tecnológico con prácticas financieras reguladas.
Los detalles técnicos de la stablecoin no se han divulgado, pero los objetivos arquitectónicos declarados incluyen una infraestructura de pagos nativa de blockchain centrada en la escalabilidad para altos volúmenes de transacciones, seguridad criptográfica robusta e interoperabilidad con redes de pago europeas existentes y otras plataformas de activos digitales.
El modelo de gobernanza prevé un consejo con representación de los bancos miembros, directores independientes y comités especializados en riesgo, cumplimiento y tecnología para supervisar la estabilidad y la resiliencia operativa.
Regulación y cronograma para BNP
Qivalis está solicitando una licencia de dinero electrónico al Banco Central de los Países Bajos y planea operar bajo el marco Markets in Crypto‑Assets (MiCAR). Se estima que el proceso de concesión de la licencia durará entre seis y nueve meses, con un lanzamiento previsto del producto en la segunda mitad de 2026.
El enfoque regulatorio del consorcio busca mitigar los riesgos de adopción y cumplimiento mediante la integración de bancos regulados en la emisión y la obtención de aprobación supervisora formal antes de la entrada al mercado. Para abordar los riesgos de ejecución técnica, la estrategia contempla implementaciones por fases, arquitectura modular y controles operativos de nivel bancario.
La iniciativa representa un esfuerzo coordinado de grandes bancos europeos para crear una stablecoin regulada vinculada al euro y respaldada por infraestructura financiera consolidada. Su éxito dependerá de obtener la licencia de dinero electrónico, ejecutar el despliegue técnico y lograr la adopción institucional.
