El inicio de diciembre trajo consigo una notable volatilidad, marcada por una abrupta caída de Bitcoin en el mercado asiático que empujó el precio del activo por debajo del nivel psicológico de los 86.000 dólares. Este descenso ocurre a pesar de cierto optimismo en las bolsas regionales sobre un inminente recorte de tasas en Estados Unidos. Según reportes de plataformas de análisis de datos como Coinglass, la presión de venta rompió varios soportes intradiarios, generando un escenario complejo para los inversores alcistas que esperaban nuevos máximos.
Las cifras son contundentes al mostrar que se liquidaron cerca de 608 millones de dólares en contratos de futuros criptográficos en tan solo un periodo de 24 horas. De este volumen masivo, las posiciones largas se llevaron la peor parte, sumando pérdidas superiores a los 535 millones de dólares, mientras que los operadores en corto apenas vieron afectados 73 millones. Asimismo, Bitcoin y Ethereum lideraron este movimiento correctivo, con liquidaciones de 185 millones y 154 millones de dólares respectivamente, lo que para muchos traders altamente apalancados se sintió como una trampa de mercado diseñada para limpiar el posicionamiento antes del cierre anual.
¿Es este retroceso una simple corrección o un cambio de tendencia?
Por otro lado, este evento financiero está intrínsecamente ligado a factores macroeconómicos globales, como el aumento en el rendimiento de los bonos japoneses a niveles no vistos desde el año 2008. Analistas como Zerohedge sugieren que la correlación de Bitcoin con activos de riesgo en declive, incluido el índice Nikkei, actuó como catalizador principal. Además, el activo líder había mostrado claros signos de fatiga tras rondar sin éxito la marca de los 91.000 dólares, lo que transformó una toma de ganancias rutinaria en una ola de ventas forzadas por la activación de stops.
No obstante, el foco de los inversores permanece fijo en Washington, donde se espera que los próximos comentarios del presidente Jerome Powell ofrezcan pistas sobre la política monetaria. Actualmente, los mercados de futuros asignan un 87% de probabilidad a un recorte de tasas este mes, por lo que la caída de Bitcoin en el mercado asiático podría ser un ajuste temporal. La reacción de las criptomonedas dependerá en gran medida de los datos económicos de esta semana, ya que cifras sólidas podrían determinar si continúa la tendencia alcista hacia 2026 o si el mercado necesita un reinicio más profundo.
Para finalizar, el sector enfrenta jornadas decisivas cargadas de reportes sobre manufactura y confianza del consumidor estadounidense que se publicarán en breve. Esta información será vital para validar si el retroceso actual es simplemente un sacudón de posicionamiento o el comienzo de una fase correctiva más extensa tras el rally anual. Los operadores deberán actuar con extrema cautela, pues la volatilidad podría persistir mientras se definen las próximas maniobras financieras a nivel global y se digieren los datos de la temporada navideña.
