El regulador federal estadounidense (FDIC) analiza cómo extender el seguro de depósitos a representaciones digitales de pasivos bancarios, un movimiento con impacto directo en bancos, tesorerías corporativas y custodios que exploran depósitos tokenizados. Según el presidente interino Travis Hill, una reserva digitalizada “sigue siendo un depósito”, y la FDIC busca orientar requisitos técnicos y de supervisión para mantener la cobertura federal hasta $250.000 por depositante. La decisión podría redefinir la competencia con los stablecoins y acelerar la adopción institucional.
Los depósitos tokenizados son pasivos bancarios tradicionales registrados en una DLT y constituyen una reclamación directa sobre fondos en un banco asegurado. Esta definición guía la evaluación del regulador, que pretende preservar el tratamiento legal y la elegibilidad para el seguro de depósitos, manteniendo la protección conocida del sistema bancario mientras se aprovechan beneficios técnicos como liquidación casi en tiempo real y “dinero programable”.
En la Fintech Conference del Federal Reserve Bank of Philadelphia, la FDIC adelantó que prepara orientación sobre auditabilidad, registro de titulares e interoperabilidad, con énfasis en que, para recibir seguro, el token debe representar una obligación incondicional de una institución asegurada y permitir una reivindicación legal clara del depositante. Esta postura refuerza la distinción frente a los stablecoins, cuyo marco, marcado por la GENIUS Act (julio de 2025), generalmente no incluye cobertura FDIC.
Los siguientes pasos para la FDIC
Se espera una aceleración de proyectos bancarios de tokenización para pagos transfronterizos y gestión de tesorería, al reducir el riesgo de contraparte gracias a la cobertura federal. A la par, los requisitos técnicos se endurecerán con auditorías de contratos inteligentes, registros inmutables y protocolos de interoperabilidad como condiciones para calificar al seguro.
La orientación creará diferenciación competitiva frente a los stablecoins, ya que los depositantes podrían preferir depósitos tokenizados asegurados sobre activos emitidos por entidades privadas sin seguro. Al mismo tiempo, surgen nuevos retos operativos de resolución: la FDIC deberá precisar cómo procesar reclamaciones y resoluciones bancarias cuando los saldos residan en una cadena de bloques.
En términos técnicos, un depósito tokenizado es la representación digital de una obligación bancaria registrada en una cadena que permite movimientos y liquidación en formato token, y la FDIC exige que esa representación mantenga la reclamación jurídica tradicional sobre el banco.
La FDIC avanza hacia una guía que busca conciliar innovación y seguridad; como indicó Travis Hill, “My long held belief is that a deposit is fundamentally a deposit”. El siguiente hito será la publicación de la guía formal con las pruebas de registro, auditoría y resolución necesarias para que las instituciones ofrezcan depósitos tokenizados con cobertura federal, marcando un camino de adopción más claro para la banca y la tesorería corporativa.
