Standard Chartered advierte que la resistencia y adopción continuada de Bitcoin es condición necesaria para que DeFi desplace a TradFi. La entidad vincula esa estabilidad a objetivos de precio ambiciosos y a inversiones institucionales que impulsarían la infraestructura del mercado. El mensaje se dirige a inversores institucionales, gestores de activos cripto y responsables de producto en plataformas DeFi.
Según Geoff Kendrick, Bitcoin funciona como el “activo cumbre” del ecosistema digital y una caída estructural en su precio podría socavar el movimiento de finanzas digitales más amplio. El banco mantiene proyecciones de precio explícitas: $200.000 para finales de 2025, $500.000 para 2028 y $1.000.000 a largo plazo.
La entidad ha lanzado servicios de trading spot para Bitcoin y Ethereum desde su filial en Reino Unido, una señal de integración operativa entre TradFi y mercados cripto que refuerza la narrativa de adopción institucional.
Standard Chartered subraya flujos institucionales significativos, citando $14,8 mil millones en entradas netas acumuladas hacia ETFs de Bitcoin, y promueve la gestión activa durante correcciones: las caídas, incluso por debajo de $100.000, se presentan como oportunidades de acumulación estructurada para sostener la liquidez y la confianza del mercado.
Standard Chartered, Bitcoin y las claves de su adopción
El banco combina estrategia comercial con capital riesgo: su filial de inversión, SC Ventures, planea comprometer $250 millones a un fondo cripto antes de 2026, enfocado en infraestructura blockchain y proyectos DeFi.
En su escenario base, Standard Chartered estima que el mercado DeFi podría crecer hasta $2 billones en 2028, con stablecoins captando cerca de $1 billón desde depósitos bancarios en mercados emergentes. Una stablecoin es un criptoactivo cuyo valor se vincula a una moneda o activo para reducir la volatilidad.
El próximo hito es el objetivo de $200.000 para finales de 2025, que Standard Chartered posiciona como prueba de fuego para la narrativa de DeFi frente a TradFi. La evolución del precio de Bitcoin y las decisiones de compra institucional serán determinantes para validar ese escenario.
