FTX retiró su propuesta para restringir o anular reembolsos a acreedores en 49 jurisdicciones tras una fuerte reacción de los tenedores de crédito. La decisión afecta reclamaciones por un monto estimado de $800 millones y deja abierta la posibilidad de que la medida se vuelva a presentar. Esta incertidumbre mantiene en vilo a miles de afectados mientras avanza el proceso de recuperación.
La administración de la estate de FTX había impulsado una moción denominada “Restricted Jurisdiction Procedure” que buscaba evaluar la viabilidad legal de pagar a acreedores en 49 países y, si el cumplimiento resultaba inviable, extinguir esas reclamaciones. La propuesta incluía naciones como China, Rusia, Ucrania, Pakistán y Arabia Saudí, y apuntaba a una masa de reclamaciones valorada en torno a $800 millones, según documentos revisados.
El plan generó más de 70 objeciones formales ante el tribunal, con una oposición especialmente activa de acreedores chinos, que representaban aproximadamente el 82% de las reclamaciones afectadas, según representantes de los reclamantes. El empuje colectivo forzó la retirada de la moción; sin embargo, la solicitud fue retirada “sin perjuicio”, un matiz legal que permite reintroducirla en el futuro.
Contexto e impacto de la retirada del plan de reembolsos
Representantes de acreedores como Weiwei Ji señalaron que la propuesta habría sentado un “precedente peligroso” para futuras liquidaciones en el sector cripto, mientras que otros portavoces, entre ellos Sunil Kavuri, advirtieron sobre la diferencia entre reembolsos en valor fiat y la potencial apreciación perdida de los activos cripto originales.
La retirada representa una victoria táctica para la coordinación de acreedores y mejora la confianza inmediata en el proceso de recuperación, pero la posibilidad de que la estate vuelva a someter una medida similar mantiene la incertidumbre legal y operativa.
Además, aunque el plan de reembolso aprobado por el tribunal proyecta un retorno del 119% sobre las reclamaciones en valores fiat de noviembre de 2022, ese cálculo no compensa la posible apreciación de los activos cripto desde esa fecha, una pérdida de oportunidad que varios acreedores han destacado.
La retirada consolida, por ahora, la vía de repago aprobada por el tribunal, pero la advertencia legal de que la moción puede ser reintroducida mantiene abiertas las decisiones clave para la distribución final de fondos y la confianza de los acreedores.
