El mercado cripto está evaluando las posibilidades de que Ether consolide una tendencia alcista antes de finales de 2025. Para que esto ocurra, cuatro variables cruciales deben alinearse: la actividad en la blockchain, la economía de tarifas y staking, la claridad sobre las mejoras técnicas, y los flujos institucionales. Estos factores condicionarán directamente la liquidez, la presión de oferta y el apetito por el apalancamiento en el ecosistema Ethereum.
La actividad en la red Ethereum muestra señales preocupantes, con una caída del 23% en transacciones y un 3% menos de direcciones activas durante el último mes. Mientras tanto, cadenas competidoras como Tron, BNB Chain y Solana han registrado aumentos significativos, con incrementos de al menos un 34% en transacciones y un 15% en direcciones activas. Esta desaceleración debilita la narrativa de utilidad de Ethereum y limita el soporte de precios basado en uso real.
La economía de tarifas y el staking representan el segundo factor crítico. Las tarifas de Ethereum han experimentado una dramática caída del 88% desde su máximo de finales de 2024, reduciendo los ingresos que sustentan los rendimientos por staking. Con aproximadamente 28,7% del suministro total (34,65 millones de ETH) actualmente en staking, una recuperación en las tarifas sería el motor más directo para aumentar la retención de oferta y crear tensión en el suministro.
Perspectivas futuras para Ether
El tercer factor es cómo las mejoras técnicas se traducen en valor real para los holders. Tras la actualización Pectra del 7 de mayo de 2025, que duplicó la capacidad de blobs y permitió pagar gas con stablecoins, el próximo hito es la actualización Fusaka programada para el 3 de diciembre de 2025. Esta forma parte del objetivo mayor conocido como «Surge», que busca lograr una escalabilidad 10 veces mayor y superar las 100.000 transacciones por segundo. El mercado requiere evidencia clara de que estos avances técnicos aumentarán la adopción y generación de ingresos.
El cuarto elemento decisivo es la demanda institucional. Durante 2025 se han registrado entradas significativas en ETFs spot de Ether, incluyendo $5.000 millones atribuidos a uno de los principales emisores y más de $12.000 millones acumulados en el tercer trimestre de 2025. Sin embargo, la presión bajista sobre los vehículos que acumulan ETH cuando cotizan por debajo de su valor liquidativo reduce temporalmente los incentivos para comprar más ETH.
Si estos cuatro factores convergen positivamente, el mercado podría experimentar una tensión de oferta y mayor demanda institucional que impulse un giro alcista. Por el contrario, si persisten las tarifas bajas y la ausencia de crecimiento en la actividad de la red, la presión a la baja continuará.
Su implementación exitosa, junto con el comportamiento de tarifas, actividad en la blockchain y flujos en ETFs, serán los indicadores clave que determinarán si Ether puede entrar en fase alcista antes de que concluya 2025.
