El lunes, el Tribunal Constitucional de la República Centroafricana emitió una sentencia en la que declaraba ilegal que una criptomoneda que el gobierno había introducido el mes anterior se utilizara para comprar la ciudadanía, la «e-residencia» o la tierra.
La «Sango Coin» se puso a la venta por primera vez el 21 de julio, a pesar de la enorme caída del precio del bitcoin en los meses anteriores y de las dudas sobre la viabilidad del proyecto en una nación plagada de malas conexiones y conflictos.
En abril, la República Centroafricana (RCA), uno de los países más pobres del mundo, se convirtió en el primer país de África en dar curso legal al bitcoin. Esto hizo que los expertos en criptomonedas levantaran las cejas y que el Fondo Monetario Internacional advirtiera que el bitcoin no es una «panacea» para los problemas de África.
Además, el presidente de la República Centroafricana, Faustin-Archange Touadera, ha promovido la Sango Coin como una solución al problema de la exclusión financiera que permitiría invertir en los enormes recursos naturales del país.
¿Es ilegal vender la ciudadanía?
Según el sitio web de Sango, según los términos del plan de acción, las empresas internacionales habrían podido comprar la ciudadanía por un total de 60.000 dólares en criptomoneda, con la cantidad equivalente de Sango Coins en garantía durante cinco años. Alternativamente, podrían haber comprado la «e-residencia» por un total de 6.000 dólares, con las Sango Coins en garantía durante tres años.
Además, se había puesto a la venta una parcela de terreno de 250 metros cuadrados por el precio de 10.000 dólares, con las Sango Coins en depósito durante 10 años.
Sin embargo, el más alto tribunal del país dictaminó que las transacciones eran «inconstitucionales», citando, entre otras cosas, el hecho de que la nacionalidad no tiene un valor monetario y que la residencia necesita una presencia física en la República Centroafricana (RCA), como se demuestra en un decreto.