La capitalización total de las compañías mineras de Bitcoin que cotizan en Estados Unidos alcanzó un máximo histórico en septiembre de 2025, de acuerdo con un informe de JPMorgan. El interés de los inversores se ha desplazado hacia activos vinculados a la infraestructura digital, aunque la rentabilidad operativa muestra una tendencia a la baja que impacta a operadores y accionistas. Esto afecta principalmente a las empresas mineras listadas, a los inversores del sector y a quienes buscan exposición a la infraestructura que sostiene la red Bitcoin.
JPMorgan atribuye el aumento de capitalización a expansiones estratégicas y a la diversificación hacia servicios de computación de alto rendimiento (HPC) y nube para inteligencia artificial. Según el banco, esta reconversión permitió a las acciones del sector superar el rendimiento de Bitcoin en el período analizado.
También se estima que la suma de 13 a 14 mineras estadounidenses superó los 39.000 millones de dólares en agosto y que la capitalización del sector casi se duplicó desde un mínimo de 21.000 millones de dólares a comienzos de 2025 hasta cerca de 47.000 millones a finales de septiembre.
¿Qué significa este informa de JPMorgan para el mercado actual?
El informe también registra una reducción de márgenes: el ingreso diario por recompensa de bloque bajó un 10 % desde agosto, hasta aproximadamente 49.700 dólares por EH/s, y el beneficio bruto cayó un 17 % en comparación con el año anterior.
En paralelo, la red aumentó su hashrate medio un 9 %, hasta 1.031 EH/s en septiembre, lo que incrementa la competencia por las recompensas y presiona la rentabilidad. Hashrate es la medida de la potencia computacional total destinada al minado de Bitcoin, por lo que su aumento implica mayor dificultad para sostener márgenes.
JPMorgan destaca que hay un período crítico de aproximadamente nueve meses para que los mineros cierren acuerdos de colocación con hyperscalers y startups de inteligencia artificial antes de que los cuellos de botella en permisos y redes limiten las oportunidades.
La adopción de contratos de colocation HPC y servicios GPU podría generar nuevas fuentes de ingreso y mejorar los márgenes si se ejecuta con rapidez. El informe también advierte sobre riesgos de concentración: la integración con inteligencia artificial y la institucionalización pueden estabilizar el sector, pero también favorecen una mayor centralización operativa.
La presión de los costos energéticos y los ajustes en la dificultad de la red siguen siendo factores que aumentan la volatilidad de los resultados, y para los inversores, la diferencia entre una valoración en alza y una rentabilidad en declive plantea un equilibrio entre crecimiento esperado y riesgo operativo.
La señal más inmediata a seguir es la ejecución de acuerdos de colocation HPC durante el período de nueve meses señalado por JPMorgan. Su concreción será clave para que la alta valoración del sector se traduzca en mejoras sostenibles de rentabilidad.