El regreso del Congreso marca el inicio de una fase crucial para la regulación de criptoactivos en Estados Unidos. La atención se centra en tres áreas fundamentales: la regulación de stablecoins, la división de poderes entre la SEC y la CFTC, y un posible marco estructural para los mercados de activos digitales. Estas discusiones evidencian cómo la industria cripto se integra al sistema financiero tradicional manteniendo la innovación y la autonomía financiera.
Situación actual y objetivos legislativos
En 2025, el trabajo legislativo se aceleró para establecer regulaciones nacionales sobre stablecoins de pago y clarificar la supervisión de tokens. Iniciativas como el GENIUS Act y el Digital Asset Market Clarity Act buscan establecer requisitos de reservas y auditorías, así como responsabilidades claras, además de determinar cuándo un activo se clasifica como valor o como commodity. El objetivo es reducir la incertidumbre que ha impedido la adopción institucional y la colaboración con entidades bancarias.
Puntos críticos en debate
Las reservas y la custodia representan aspectos fundamentales que requieren respaldos 1:1 y auditorías periódicas para emisores de stablecoins. En cuanto a la jurisdicción entre SEC y CFTC, las definiciones legales determinarán la autoridad, supervisión y alcance de sanciones. Para la estructura de mercado, se discuten reglas para trading, custodia institucional y requisitos de transparencia en exchanges centralizados.
El tema de DeFi y los límites regulatorios plantea si se deben crear excepciones para protocolos descentralizados. Respecto a la aplicación normativa, probablemente aumentarán las investigaciones sobre ofertas no registradas y prácticas cuestionables de mercado.
Actores clave y presiones regulatorias
Los bancos tradicionales exigen claridad regulatoria y garantías de depósitos antes de participar. Los exchanges centralizados buscan certeza jurídica para expandirse. Los defensores de DeFi solicitan que la regulación mantenga la descentralización y autonomía financiera. Por su parte, la SEC enfatiza la protección al inversor, mientras que los legisladores pro-cripto promueven la competitividad del dólar y el progreso financiero.
Posibles escenarios
En las próximas semanas y meses, el Congreso podría votar enmiendas importantes o textos integrados. Se visualizan tres escenarios:
- Aprobación de un marco estable que promueva stablecoins reguladas y servicios de pago
- Legislación que clarifique jurisdicciones y aumente requisitos de cumplimiento para exchanges
- Estancamiento político que prolongue la incertidumbre y desplace actividad hacia jurisdicciones más predecibles
Cada resultado afectará los costos de transacción, el acceso a servicios y los riesgos de litigios.
El regreso del Congreso ofrece la oportunidad de transformar años de regulación ambigua en un conjunto equilibrado de normas. Si se logra un acuerdo que combine protección e innovación, aumentará el uso institucional y la interoperabilidad con el sistema financiero. Si persiste la fragmentación, la industria enfrentará más litigios y pérdida de talento y capital. La próxima ola legislativa determinará tanto la autonomía financiera como la posición competitiva de Estados Unidos en el ecosistema cripto.