El gobernador Waller afirmó que la Reserva Federal debe “aceptar los cambios bruscos” y presentó la idea de una cuenta maestra simplificada o “skinny”. La propuesta apunta a alterar trámites internos de la Fed y sugiere un giro operativo hacia tecnologías o modelos no tradicionales. El mensaje toca de lleno a los mercados financieros, a las entidades custodias y a los esquemas operativos que tratan con la Fed.
No se ofrecieron detalles técnicos ni fechas, por lo que el alcance dependerá de decisiones futuras dentro de la institución. El planteamiento abre expectativas sobre posibles ajustes en acceso, supervisión y liquidación.
El gobernador Waller sostuvo que la Fed debe prepararse para enfrentar y aprovechar la disrupción, y mencionó la “skinny master account” sin explicar durante la charla su funcionamiento ni el control regulatorio previsto. Indicó únicamente que sería una versión más pequeña de la cuenta maestra habitual, pensada para algunas tareas específicas dentro de la operativa central del banco.
Una “cuenta maestra” es un esquema centralizado que permite al banco central guardar y liquidar activos para entidades autorizadas. En este caso, Waller calificó la propuesta de “skinny”, es decir, de menor alcance o con menos funciones. Sin datos técnicos ni calendario, la materialización dependerá de lo que decidan los órganos de la Fed, aunque el mensaje muestra disposición a ajustar la forma de trabajar ante novedades del mercado.
Implicaciones para el mercado
Estas declaraciones implicarían un gran ajuste en el acceso. Una cuenta maestra “skinny” podría modificar el listado de entidades con acceso directo a servicios de la Fed, alterando la liquidez diaria de bancos y custodios.
Al ofrecer menos servicios desde la Fed, quedarían huecos que el sector privado tendría que cubrir con productos alternativos. La falta de definiciones incrementa la incertidumbre sobre normas y exigencias de cumplimiento para los participantes.
El llamado a “abrazar la disrupción” indica mayor apertura a cambios tecnológicos o nuevos modelos de mercado, pero no implica aún fechas ni medidas concretas.
La propuesta de Waller abre un debate sobre hasta dónde puede adaptarse la Fed y deja al mercado pendiente de detalles y calendario. Por ahora no hay reglas ni fechas, solo una intención expresada, por lo que el impacto real dependerá de definiciones futuras dentro de la institución.