Strategy compró $50 millones en Bitcoin (aprox. 487 BTC) el 10 de noviembre de 2025, en una operación que refuerza su política de acumulación continua. La transacción se interpreta como indicio de fondo para su acción MSTR, al tiempo que confirma la apuesta apalancada de la compañía sobre el activo. El movimiento es relevante para inversores que buscan exposición amplificada a Bitcoin vía un vehículo cotizado.
La adquisición de Strategy forma parte de un programa sistemático de compras financiadas con capital y deuda desde agosto de 2020. La compañía inició con 21.454 BTC por $250 millones y, según la información disponible, ha elevado su posición agregada por encima de 640.000 BTC con un precio medio cercano a $66.384,56 por unidad. Ese historial convierte cada compra, incluso de menor cuantía, en una señal operativa relevante para el mercado.
El efecto sobre la percepción del riesgo es doble: la adquisición continua alimenta la narrativa de “suelo” para MSTR y actúa como ancla psicológica para inversores que interpretan estos niveles como oportunidades de entrada. Al mismo tiempo, la estrategia depende intensamente de ingeniería financiera, combinando emisiones de acciones comunes, bonos convertibles y preferred stock que han permitido levantar miles de millones, incluyendo, según los registros citados, cerca de $17.000 millones en acciones comunes, $5.000 millones en bonos convertibles y $1.600 millones en preferred stock en periodos recientes.
Un cambio de sentimiento adicional vino con el cierre de la cobertura contra MSTR y Bitcoin por parte de James Chanos en noviembre de 2025, una señal que suele asociarse a agotamiento del pesimismo extremo y que a veces precede reversiones de mercado. No obstante, la acción sigue mostrando una volatilidad elevada, con tramos de alzas que superan ampliamente a Bitcoin y descensos abruptos tras máximos.
Implicaciones para la estrategia de Strategy
La operación reafirma a Strategy como un vehículo apalancado para Bitcoin, con efectos prácticos sobre la liquidez, la prima/descuento frente al NAV y el perfil de riesgo para los accionistas. Este posicionamiento amplifica tanto las ganancias potenciales como las pérdidas, condicionando el comportamiento de la acción a los movimientos del mercado cripto.
La elevada deuda convertible (aprox. $8,2 mil millones, según los datos citados) y litigios en curso añaden riesgo de necesidad de liquidez, un factor que en escenarios adversos podría forzar ventas de activos o nuevas emisiones en condiciones menos favorables.
Como hito próximo, la compañía mantiene planes de nuevas emisiones de capital para seguir comprando Bitcoin en 2025; la ejecución y recepción de esas emisiones será determinante para confirmar si las señales de suelo se traducen en una tendencia sostenida o en un rebote transitorio.
