Los países del G7 están adoptando enfoques regulatorios distintos, aunque con un objetivo común: la supervisión estricta de las monedas estables. Por ejemplo, Japón ha sido un pionero. Implementó un marco legal para las stablecoins en 2023. Este marco exige que los emisores cumplan con estrictos requisitos de reserva. Además, limitan la emisión a instituciones financieras con licencia, como bancos y fideicomisos, garantizando la estabilidad del valor.
En Estados Unidos, el progreso regulatorio se materializó con la aprobación de la Ley GENIUS (Guiding and Establishing National Innovation for US Stablecoins) en julio de 2025. Esta legislación innovadora clasifica las stablecoins como instrumentos de pago. De esa manera, las exime de las regulaciones federales de valores y productos básicos, resolviendo así una gran incertidumbre. La Ley GENIUS prohíbe las stablecoins algorítmicas sin respaldo y las que devengan intereses. También exige que estén respaldadas por activos líquidos de alta calidad.
Por su parte, la Unión Europea, de la cual varios miembros son parte del G7, ha puesto en marcha el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA). Esta normativa establece un marco integral para los criptoactivos en toda la región. El marco MiCA es muy estricto con los emisores de stablecoins. Exige la publicación de libros blancos aprobados y prohíbe la oferta pública de ciertos tokens a menos que el emisor esté autorizado.
Impacto y Significado de los Nuevos Marcos Regulatorios
La importancia de esta oleada regulatoria radica en su potencial para mitigar los riesgos sistémicos asociados a la adopción masiva de stablecoins. Históricamente, la falta de claridad regulatoria ha generado preocupación en el mercado. Los reguladores temen que una quiebra, como la de TerraUSD (UST), pueda tener efectos de contagio en el sistema financiero tradicional. El Financial Stability Board (FSB) ha estado monitoreando de cerca estos desarrollos. El FSB subraya la necesidad de una coherencia global en la supervisión de estos activos, buscando evitar el arbitraje regulatorio.
Estos nuevos marcos legales no solo protegen a los consumidores, sino que también proporcionan una base sólida para que las empresas de tecnología e instituciones financieras tradicionales se integren de manera segura al sector de las monedas estables. El objetivo es integrar las stablecoins. Además, la regulación de EE. UU. impulsa de forma notable al dólar estadounidense, buscando expandir su dominio como moneda de reserva global en la esfera digital.
Perspectivas Futuras para el Mercado de las Stablecoins
El esfuerzo coordinado del G7 marca un punto de inflexión. Este cambio transforma las stablecoins de un instrumento nicho a un componente clave de la infraestructura financiera global. La implementación de estándares rigurosos de reserva y Blockchain es fundamental. El futuro verá una mayor integración entre las finanzas tradicionales y las criptofinanzas.
Se espera que la claridad regulatoria impulse una ola de innovación responsable. También se anticipa la entrada de más actores institucionales. La armonización internacional, liderada por organismos como el FSB, será clave para garantizar que las regulaciones no obstaculicen la utilidad transfronteriza de las stablecoins, sino que aseguren un campo de juego equitativo y seguro. Este proceso de regulación es continuo y moldeará la próxima era de la economía digital global.