La policía de Thames Valley investiga un asalto de alto perfil en Oxford, donde ladrones enmascarados ejecutaron un violento robo de criptomonedas y objetos de valor. El incidente ocurrió el 4 de noviembre, cuando un grupo que viajaba hacia Londres fue emboscado, resultando en la transferencia forzada de 1,1 millones de libras en activos digitales y la sustracción de un reloj de lujo valorado en 450.000 libras, según confirmó el detective sargento Stuart McMaster.
El ataque involucró a dos hombres y tres mujeres que fueron interceptados en su vehículo. Los asaltantes tomaron el control de la situación, obligando a una de las víctimas a realizar la transferencia millonaria desde su cuenta. Posteriormente, el grupo fue abandonado en la zona de Five Mile Drive mientras los perpetradores huían. Las autoridades han lanzado un operativo exhaustivo que incluye análisis forense digital, rastreo de criptoactivos y revisión de cámaras de seguridad, solicitando ayuda pública para ubicar un BMW negro, un Hyundai Ioniq azul y un Mercedes-Benz Vito plateado vinculados al crimen.
¿Por qué están aumentando drásticamente los ataques físicos contra poseedores de activos digitales?
Este suceso no es aislado, sino parte de una tendencia alarmante global. Datos recientes de Jameson Lopp, cofundador de CASA, revelan que los ataques físicos dirigidos a tenedores de Bitcoin han aumentado un 169% en los últimos seis meses. La naturaleza irreversible de las transacciones en blockchain hace que estos activos sean objetivos atractivos para criminales que buscan evitar los sistemas bancarios tradicionales. Además, el auge del mercado alcista parece correlacionarse con una mayor frecuencia de estos delitos violentos, donde los atacantes ya no necesitan habilidades de hackeo, sino fuerza bruta.
La policía ha realizado avances significativos, arrestando a cuatro sospechosos: dos hombres de Londres de 21 y 37 años, uno de Kent de 23 y otro de Birmingham de 19. Todos fueron detenidos bajo sospecha de robo y secuestro, aunque actualmente se encuentran en libertad bajo fianza con fechas de retorno para principios de 2026. Por otro lado, este caso resalta la vulnerabilidad de la autocustodia cuando la seguridad física se ve comprometida. El incidente subraya la necesidad crítica de protocolos de seguridad personal más robustos para individuos con alto patrimonio neto en el espacio cripto.
Para finalizar, las autoridades continúan apelando a testigos que hayan estado cerca de Yarnton Road y Sandy Lane el día del robo. Se espera que el análisis de las transacciones en la cadena de bloques pueda ofrecer pistas sobre el destino final de los fondos. De este modo, la colaboración entre fuerzas policiales y expertos en análisis on-chain será determinante para resolver este caso y enviar un mensaje disuasorio ante la creciente ola de criminalidad física en el sector.
