El suministro ilíquido de Bitcoin alcanzó un récord de 14,3 millones de BTC, equivalente a cerca del 72 % del suministro en circulación. Según Glassnode, este movimiento refleja una preferencia por la tenencia a largo plazo, lo que reduce el BTC disponible para comercio y puede influir en el precio.
Contexto e impacto del suministro ilíquido
Los datos muestran que grandes poseedores y holders a largo plazo están comprando un volumen cercano al 300 % de la emisión minera reciente. Esta demanda concentrada ha reducido la oferta líquida en los exchanges y favorecido la autocustodia y las estrategias de tesorería corporativa, disminuyendo la disponibilidad inmediata de Bitcoin para el mercado.
El informe incluye proyecciones de Fidelity que estiman más de 6 millones de BTC en manos de holders a largo plazo y tesorerías corporativas para 2025. Además, expertos señalan un aumento del 30 % en las tenencias combinadas de reservas estratégicas corporativas y emisores de ETF en 2025, lo que sugiere una integración creciente de Bitcoin en carteras institucionales y productos regulados.
En términos de precio, el análisis sitúa a Bitcoin en CA$145.247,10, una referencia que contextualiza el grado de iliquidez frente al valor de mercado presente. El suministro ilíquido corresponde a BTC con escaso historial de gasto, por lo que no está disponible para negociación inmediata.
Implicaciones de mercado
La menor oferta líquida puede ejercer presión alcista si la demanda se mantiene, ya que una porción creciente del circulante permanece inmóvil. Al mismo tiempo, menos BTC en exchanges reduce la profundidad del libro y puede aumentar la volatilidad, elevando el riesgo de deslizamientos en episodios de actividad intensa. La concentración del suministro incrementa la exposición del precio a decisiones de grandes poseedores y tesorerías corporativas, mientras que el avance de reservas corporativas y ETFs refuerza la conexión entre mercados tradicionales y Bitcoin.
El próximo hito en la red es el halving, previsto para el 26 de marzo de 2028, cuyo efecto sobre la oferta minera y la dinámica de iliquidez será clave a seguir. En conjunto, el aumento del suministro ilíquido sugiere menor liquidez disponible y mayor influencia de grandes actores en la formación de precio, de acuerdo con los datos citados.