Polymarket logró una aprobación clave de los reguladores federales, mientras que Kalshi recibió un revés judicial en Nevada que restringe parte de sus contratos. La decisión sobre Polymarket abre su regreso al mercado estadounidense; la de Kalshi reaviva el debate sobre si los mercados de predicción son derivados financieros o apuestas sujetas a leyes estatales.
La Commodity Futures Trading Commission (CFTC) otorgó a Polymarket una Amended Order of Designation, lo que permite operar como intercambio regulado en EE. UU.
La compañía consolidó ese camino mediante la adquisición de QCX LLC, una entidad ya licenciada como exchange y cámara de compensación regulada por la CFTC, y el regulador había emitido en sept. de 2025 una no-action letter que alivió obligaciones de reporte y registro para contratos de eventos. Una no-action letter es un documento en el que un regulador indica que no emprenderá acciones de cumplimiento frente a una práctica específica bajo ciertas condiciones.
Polymarket fue sancionada en 2022 con una multa de $1,4 millones y le fue restringido el servicio a clientes en EE. UU.; la nueva designación busca revertir esa exclusión y permitir que la plataforma ofrezca contratos de evento a través de intermediarios y brokers regulados.
El respaldo de actores institucionales es notable: Intercontinental Exchange (ICE) se comprometió hasta $2.000 millones en inversión, valuando a Polymarket en $8.000 millones, con menciones de valoraciones potenciales cercanas a $15.000 millones. Esta combinación de licencia operativa y capital posiciona a Polymarket para integrarse con socios comerciales y financieros que ya exploran usos de mercados de predicción en finanzas y entretenimiento.
Polymarket: designación federal y reingreso regulado
Ese mismo día, Kalshi sufrió un golpe judicial en Nevada cuando el juez federal Andrew Gordon disolvió una medida cautelar que protegía a la plataforma frente a reguladores estatales, habilitando así la ejecución de una orden de cese y desista sobre contratos deportivos y electorales.
Kalshi enfrenta desafíos en múltiples frentes: estados como Maryland negaron solicitudes similares de protección, líderes tribales en California presentaron impugnaciones y la empresa anunció planes de apelación ante el Noveno Circuito.
Desde el punto de vista comercial, la compañía había asegurado $1.000 millones en una ronda que la valoró en $11.000 millones, tras una Serie D previa de $300 millones que la valuó en $5.000 millones; además, su volumen anualizado de negociación alcanzó $50.000 millones en 2025. La disputa central es si la regulación federal por parte de la CFTC preempaña la autoridad estatal sobre juegos de azar o si los estados pueden aplicar sus leyes independientemente.
El contraste pone en evidencia una tensión estructural: la CFTC percibe a los mercados de predicción como mecanismos de descubrimiento de precios y derivados financieros; reguladores estatales los ven bajo la óptica de la regulación del juego y la recaudación.
Firmas y plataformas ya han buscado alianzas con actores convencionales del ecosistema —incluidos brokers minoristas y ligas deportivas— y proveedores de información financiera comenzaron a integrar probabilidades de mercado en sus herramientas, lo que empuja la normalización comercial pese al marco legal fragmentado.